y 3,062 POETAS Sugeridos e Invitados
1.LA ESCOMBRERA [Poema del Editor]
2.Francisco Amighetti [Poeta sugerido]

Textos aquí: 1. del Editor, 2. del Poeta sugerido y 3. del Invitado (opcional)
MI POEMA …de medio pelo
Existe ese lugar, es la escombrera,
que todo allí se mezcla, allí se tira,
incluso las verdad con la mentira,
los hechos que son propios de portera,
los malos pensamientos y la ira,
la mierda puñetera.
El sitio en el que aparcan las botellas
de plástico y cristal con los desechos
mezclados con los odios y despechos,
inquinas, los rencores, las querellas
por gritos de dolor insatisfechos,
pecados de doncellas.
Los fierros oxidados con cascotes,
las malas intenciones, la malicia,
tullidos por las guerras, la codicia,
los listos, presumidos y los zotes
que suelen presumir de su estulticia,
sufriendo sus azotes.
Que allí fluyen fingidas emociones
gozando y compartiendo el vertedero,
los cantos de sirena en desafuero,
promesas incumplidas, las traiciones
al sexto mandamiento por el clero
y humanos los ladrones.
©donaciano bueno
MI POETA SUGERIDO: Francisco Amighetti
Una muestra de sus poemas:
EL POEMA
El poema es una línea
que rige las montañas, desdibuja las manos
y se hace río.
Es una bandera que el viento ha devorado sobre el mar,
o lleva un niño en una fiesta patria.
El poema es una fruta,
se aspira como flor y se ve como cuadro.
Es la geometría metiéndose en el tallo
y organizando la dirección de las hojas
en proporciones áureas.
Y el poema es también
la noche de la ventana
en donde el ruiseñor de una constelación canta.
Si la poesía está afuera hecha paisaje
o hecha mujer
es porque la llevamos en la sangre.
El poema es un hilo de seda
que sale del corazón a sujetar las cosas,
y retenerlas en el instante
en que cruzan de la luz a la sombra.
Poesía, 1983.
LAS VOCES AMIGAS
Cuando yo me vaya me llevaré el rumor de los sapos
el verso de la lluvia en los inviernos largos,
el canto de los grillos y la voz de los niños
caminarán conmigo sonándome en el pecho,
no importa adonde vaya;
en mesas, solitario debajo de las lámparas,
en los trenes que cruzan quejándose en la noche
o, en el exilio cerca de una ventana,
me sonará la música de las voces amigas
que arrullaron mi infancia, mi mocedad, mi vida.
No importa adonde vaya, ni las puertas que cruce,
y si mi viaje es corto o es eterno,
aún en otros mundos recordaré las voces,
las voces amigas.
EL REGRESO
Llegaré una tarde a una ventana
con los ojos de plata y gris el corazón,
«Vengo de otros países y tengo muchos años»,
pero ninguno sabrá quién soy.
Y mi nombre sonará tan lejano
como una vieja canción,
y no seré más que un fantasma
sin pasaporte ni profesión.
MI CASA
¡Oh mi casa! Cada vez que repito estas palabras
la veo con sus maderas doradas
subido yo en los árboles del patio.
La miro entre los gritos de mis hermanos
y el ladrido del perro en los geranios,
y mi padre volviendo del trabajo
en los atardeceres de colores.
¡Oh mi casa, siempre hipotecada!
Yo miro los entierros que salieron
brutalmente desatando mi llanto.
Mi casa cada vez está más sola,
más llena de silencio, y en las noches
todavía rezan el rosario mi tía y mi madre
por todos los que estamos lejos.
INVENTARIO
¿Qué tengo?, sino una lámpara dorada
en cuya luz dibujo, escribo y sueño,
y en mi mesa una «uncuña» decorada
que en el Perú manos indígenas tejieron.
La cabeza güetar de un Dios de piedra,
los cuadros que me miran por los ojos
del «vendedor de santos» y «el barbero»,
y un orgullo de ser lo que yo quiero.
SOY
Soy un animal herido
(en mi corazón
no cabe el odio)
que dibuja escribe y canta.
EL VENDEDOR DE SANTOS
Compañero, a mi edad no importa la miseria;
firmes están mis ojos, mi corazón y mi cerebro,
pero tu rostro sepia de pena estilizado
como los cristos pálidos que fabricas y vendes,
es digno del respeto que merece el que tiene,
no pelo sino plata, en el bigote y sienes.
Frente a la multitud sorda de los mercados
con tus santos purpúreos en el cajón de pino,
te he dibujado, igual que a un ángel de madera
que me hubiera encontrado en medio del camino.
Compañero, yo conozco la tristeza y dulzura
de ser como tú eres: pobre obrero y artista.
¿Qué somos sino trágicos y honorables mendigos
buscando compradores para nuestra pintura?







