«Reflexión o meditación, es el proceso que permite pensar detenidamente en algo con la finalidad de sacar conclusiones».
Lo que dices jamás es lo que crees
que es lo que otros perciben y comentan
pues siempre existirán lo que presientan
que algo escondes oculto que desees
así sea que mientan.
Para hacer más liviana la batalla
preparando con tiempo la partida,
ese muro cercano, esa muralla
que separa la muerte de la vida.
He salido de caza, a la aventura,
a libar de las mieles de otros predios,
a lomos de algún sueño en su montura,
a los falsos mensajes buscar cura
y a liberar de mi alma sus asedios.
¿Qué sería el mañana sin ayer?
es seguro que el hoy no existiría
ni el futuro también razón tendría
sin madrugar no habría atardecer.
Lirio, dócil, nacido de una astilla,
en resquicio, en la tapia, en un adobe,
sin un simple arrumaco que le arrobe
ni nadie al que achacar por qué mancilla.
Perdone que le insista señorita
que usted va desatando las pasiones,
eleva la ilusión a corazones
e ignora que a los hombres les excita
el ver como se mueven sus tacones.
Yo he sido un leñador, nadie lo dude,
que tuvo entre sus brazos una vida,
debiendo de hacer leña en la partida
sin nadie con el hacha que le ayude.
Llevo un mes que no salgo de mi casa,
que el mundo alrededor no sé si existe,
si a hacerlo el que mandaba aun se resiste
o sigue malmetiéndose en la masa
jugando con las trolas al despiste.
A veces me pregunto si esa casa,
algo antes de que allí se construyera,
-si hay alguien lo conoce, me dijera-
si era sólo un solar; si la argamasa
estaba hecha de barro con la paja,
el mismo material de mi mollera.
Mi vida es de rutina ya indolora,
contando voy cada hora, a cada instante,
la frente deslizada hacia adelante,
pasando así los días sin demora.
Hoy he oído tañir a una guitarra
oculta en un susurro,
y he sentido rebuznar a un burro
y a un valiente blandir la cimitarra
y una jota a un baturro.
Ayer llovió bastante, hoy ya no llueve,
quizás mañana llueva o el sol saldrá,
el aire hoy a las hojas no las mueve
y se ignora si ha de llegar la nieve....
A ver si hoy adivinas lo que pienso,
posible es que respondas que depende,
si acaso yo me quiero echar incienso
o espero a ver si quedas en suspenso
cual gesto de mi rictus se desprende.
Estoy sólo con mis mocos,
mis suspiros, mis abrazos,
mis penurias, mis sofocos,
con mis deudas y sus plazos,
lo que sueño, lo que toco,...
Yo toco las ideas, las miro y manoseo,
y en ellas me recreo pues me parecen bellas,
observo con asombro cual miro a las estrellas,
o miro y le persigo a mi objeto de deseo
y al vino en las botellas.
Mis versos son obtusos y algunos paticortos,
los hay que son abortos y otros que son ilusos,
indignos de reclusos, que se han quedado absortos
ciegos a mis exhortos, hartos de malos usos..
Los humanos somos gente impredecibles,
con cuatro frases que ensalcen nuestros egos
somos capaces de andar como borregos,
incluso alguno de hacer cosas horribles
mostrando hasta que punto somos ciegos.
Yo escribo por placer, es bien sabido,
y que lo hago como un divertimento,
tan libre como el aire, como el viento,
cual alguien que a la luna está subido.
