y 3,062 POETAS Sugeridos e Invitados
1.POR NARICES [Poema del Editor]
2.Roberto Henríquez Izquierdo [Poeta sugerido]

Textos aquí: 1. del Editor, 2. del Poeta sugerido y 3. del Invitado (opcional)
MI POEMA de medio pelo
Todo el mundo pretende adoctrinarme
llevando siempre el agua a su terreno
metiendo hasta las trancas en su cieno;
si no gusta pues debo de amoldarme
cual fuera aquí el consejo de un galeno.
Todo el mundo insistiendo es por mi bien
repitiendo que a mi más me conviene
así fuera no va ni a mi me viene,
mas debo de decir sin duda amén,
vivir en sociedad es lo que tiene.
Todos dando la murga interesados,
los curas, los políticos, maestros
y aquellos que presumen de ser diestros,
que atienda por narices sus recados
cual fuera yo uno más de sus cabestros.
Mejor sería me enseñen a pensar
y aprenda por mi mismo a discernir
aquello que debiera de elegir
pudiendo así triunfar o fracasar
sin nadie al que le deba de reñir.
Y a aquellos solo saben predicar
que gustan de jugar con marionetas,
mandarles con placer a hacer puñetas
se vayan a engañar a otro lugar
o metan por el culo sus recetas.
©donaciano bueno
MI POETA SUGERIDO: Roberto Henríquez Izquierdo
Una muestra de sus poemas:
Palabras de Labios Perfumados
Mis palabras resecas, cual hojas en otoño,
mis brazos de letargo, de alegría agotados
viajaron junto al viento con caricias de luto,
les pedí que me lleven al calor de tu sol.
Se encuentran solitarios mis jardines floridos,
perdieron la ternura de tus rosadas manos.
Mis ojos no te miran en mis noches de ensueño,
ya no besa tus senos mi deprimida boca.
Llegó un fresco invierno, llegó la primavera
y este reseco árbol renació en sus hojas
con aroma en palabras de labios perfumados.
Sé que el amor no sabe de dolor ni rencores,
solo de las caricias de tus amados brazos,
solo de la ternura que entre los dos se hermana.
Con Caricias Silvestres
Sabes, soy solo un bardo, exaltando tu amor,
tu vivo albor que brilla, en bella blanca rosa
con una vida intacta, amable ¡Tan hermosa!
Habernos encontrado, ¡para los dos mejor!
Estás en mí, cual alba, repleta de candor
como tierna violeta donde el deseo posa,
como cálido nido donde mi amor reposa,
cual fuerza de ternura, exaltada en fervor.
Los dos entrelazamos, diáfana primavera,
somos níveas garzas y joviales turpiales
viajando al titilar de estrellas matutinas.
Y cual noche silente, que en la tarde se espera
dúctil, llegas a mi aliviando mis males
con caricias silvestres de manos cantarinas.
Se Fueron Por Siempre
Los capullos podados sin reflexión alguna
sus pétalos dispersan marchitos por el viento
no obstante, tierna lluvia les refresque su cuerpo,
ya serán flores muertas, muertas continuarán.
Bellos días que fueron de amor en abundancia
donde pródigos fuimos de caricias y besos
con sutiles fragancias de amores y de versos,
días que se marcharon, no volverán jamás.
El trinar de las aves que llegaba al balcón,
melodías hermosas que alegraron tus oídos
viajaron en silencio, nunca se escucharán.
El calor de tus manos sobre mi piel cansada,
esos abrazos tibios y los cálidos besos
ya se fueron por siempre, para no regresar.
Canciones de Almíbar
con Voz Silenciosa
Te miré en la calle, reluciendo de hermosa
con tu esbelta figura, caminabas en danza,
vibró mi corazón, colmado de esperanza
por volver a besar tu boca candorosa.
Tu blanca piel palpando, un pétalo de rosa
de volátil perfume, ¡esta dicha no alcanza!
Se retorna en instantes en amable bonanza,
en algunos momentos, evasión espinosa.
Me siento prisionero por toda tu belleza,
por esos labios rojos, por tu voz melodiosa,
por tu amor reflejado, con ojos de tristeza.
Te ofrezco mi cariño con caricia copiosa,
con gajos de dulzura y abundante terneza,
con canciones de almíbar y con voz silenciosa.
Se Deslustra el Espejo
con Aquella Locura
Alegres como el canto son tus amables besos
con esencia encantada, aromada por flores,
reluciente entre el bosque en ligeros verdores
en ardoroso poema con celestiales versos.
En mi cuerpo posaron tus abrazos traviesos
con afables caricias, con tus tiernos fervores.
Se desbordó mi mente de apacibles olores
entre una dulce mística de inmensurables rezos.
Se deslustra el espejo con aquella locura,
se licuan con el tiempo tus afables fulgores
y es viajero el encanto, solo queda amargura.
Y nació la penumbra, agonizó el día
donde me dominaron los sutiles temores,
ya no habrá otro tiempo y nunca serás mía.
Sonatas de Chorro Cristalino
Cantaba airosas notas, un pardo ruiseñor
desde mi ventanilla, alegre serenata.
Eran finas sonatas de chorro cristalino
en hermoso y sonoro, preludio musical.
Frente al raudo compás de tenaz aguacero,
trocó en sinfonías de rebosantes trinos.
Llegaron a mi oído como frondoso almíbar
a calmar mis dolores y mis tristes lamentos.
Siento como mi cuerpo palpita y ¡Se estremece!
Porque no estás conmigo, junto a mi corazón,
sin adiós has viajado, sin decir hasta luego.
Sabes, estoy presente, a través del olvido
buscando tus caricias, tu soñado perfume,
desde el duro peñón de tu feroz ausencia.
Versos muy Pálidos y Solos
Soy viajero entre versos muy pálidos y solos
deseando ser capullo de pétalos colmado,
corola perfumada de variados colores
y dormir suavemente, en sus blandos efluvios.
Ser un maduro fruto, en dulce primavera,
que lleguen hasta mí, tiernas aves cantoras.
En jolgorio la fauna, bese todo mi cuerpo
y sentir sus caricias, su emotiva mirada.
Anhelo ser arroyo, destrenzada cascada,
un alba en blancas rosas, un sol en regocijo.
Seguir solitaria huella, cual trazo del destino.
Deseo ser olvido, entre sutiles vientos,
olas esplendorosas de caudalosos mares
que besan toda playa, que llegan y se van.
Locura Donde Tiemblo
Vaivén sobre tus pasos, mi colegiala hermosa
con labios tentadores y besos fugitivos,
con delicadas manos, con dedos compasivos,
ritmo fluye en tu voz, cual melodía en prosa.
Plácido mar de gozo, son tus ojos azules,
con un rostro ovalado, carrillos color rosa.
Blonda tu cabellera, una guirnalda posa
con cristales de luces y flores de abedules.
Dulce enjambre de besos, mora en tus labios rojos,
me miras, yo te miro, aumentan mis antojos
unamos nuestras manos, en aplausos de dalias.
Se mecen mis palabras, cuando habla tu sonrisa,
te licuas en mis brazos, como escarcha de prisa,
mi más bello entusiasmo, locura donde tiemblo.







