QUE ACABE YA ESE CALVARIO [Mi poema]
Sixto Sánchez [Poeta sugerido]
Sixto Sánchez [Poeta sugerido]
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MI POEMA… de medio pelo |
La noche es otro día que está a oscuras, Los ojos con que miras ya no ves, Se encuentra uno cual pollo sin cabeza, Anhela que por fin se haga la luz, |
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Sixto Sánchez
La suicida
Fue encontrada esta mañana
En la madrugada
Una chica muerta
Que se encontraba sin vida
Los médicos aseguraban lo dicho
Que había sido un suicidio
Por parte de la suicida
Tuvo que haber sufrido mucho su sufrimiento
Porque en su rostro se dibujaban las huellas
Del dibujo de la tristeza dibujado
Por dibujantes tristes que de sufrir murieron
Creen que ella creía
En lo verdadero de la verdad
No gritada por gritones, ni callada por callados
Era una frustrada de su frustración
Que se mató al no poder gritar
Los sentimientos de su sentir.
Metamorfosis
De vuelta a la comida voy como un lobo
Y sobre la cama soy la serpiente
Como perro obedezco al cansancio
Y repito los días del loro
Es la golondrina quien te escribe una carta
Y el camaleón quien pasea por la ciudad
Acecha el tigre cuando en las noches respiro
Y al conejo lo persigue una bala
Me arrastro gusanamente hacia un espejo
Donde un mono explora su garganta
Y estalla la risa de la hiena.
El fin del fin
Vendrá el último diluvio
El irascible relámpago
Destruyendo las razones
Los lugares, el tiempo
Las miradas de terror.
Ríos de lava
Anunciarán el Apocalipsis
Sepultando los caminos
Sus hospedajes
El rostro de la civilización.
En los pantanos flotarán las bocas
De derretidos besos
Y nadie resucitará el verbo
Del barro conceptual.
Poética
La palabra se detiene entre sus puntos
Sobre el verbo una inclinación
La coma descansando respiraciones
En MAYÚSCULA se alza la tinta pálida
Y la muerte atraviesa cinco veces un texto
Donde un círculo languidece
Muerte, muerte, muerte, muerte, muerte
Del dolor doblemente sentido
Dolor insólito, dolor analítico
Dolor sicológico, dolor metafórico
Dolor anatómico, dolor especulado
Se escribe sobre el hombre interminablemente
Que interminablemente desaparece.
Amén
Cuando yo sea el muerto
No me arreglen una sonrisa
Que de vivo no tuve
Ni acomoden mi barriga
Aparentando ser más flaco
Si pueden, dejen sonar
Música estridente, sicodélica
Las manos detrás de la cabeza
Como si estuviera en la playa
Pónganme las medias y la correa
Que compré para esa fecha
¡Y por favor! A las fotografías
No les reclamen por mis actos
Les juro que jamás responderán.
El psicótico de la urbanización
Muy pronto visitará a la vecina
Con bombones y penachos de cacao
El rictus de homo sapiens en celo
El corazón traspasado por un puñal.
Al compás de violines imaginarios
La llevará hasta la antiséptica cocina
Él Fred Astaire, ella Ginger Rogers
Ella la Tongolele, él el propio Tin Tan.
Entre giros y vueltas de remolino
Irán a dar hasta el centro de la cama
Ella cubriendo con una sábana su lujuria
Él llenando una bañera con espuma de miel.
Cuando él vaya hasta su casa
Entre petardos y miradas de incienso
No consentirá que ella le cierre la puerta
Y ninguna excusa le nublará el instinto.
Regreso a casa
Los chóferes miraban hacia el fondo del valle
El chasis roto de un carro sin fisonomía
Todos presentían que ninguno estaba vivo
La sangre en su caída fue golpeando las matas.
Pasan las horas hasta que llega la ambulancia
Encuentran un cadáver y uno de sus zapatos
Por la radio empieza el acertijo de la identidad
Las elucubraciones del volante clavado en su pecho.
La oscuridad y el frío asaltan la carretera
Mientras los motores retornan a sus destinos
Una señal de animales en la vía nos advierte
Que la muerte a veces anda en cuatro patas.
Hoy fue un día bueno, todavía seguimos aquí
Pero el último para los que ya no están
Apaguen la radio, echemos en grupo una rezadita
Pues faltan dos horas con tres puentes para llegar.
Desempleado sentado en una piedra
Irá nuevamente al malecón
A llenarse de aire los pulmones
Sintiendo que vive una película
En la cual no tiene parlamentos.
La sal pegada al paladar
Ciudadano que salta el horizonte.
A su lado se sentarán las promesas
De los personajes que se imagina
Porque él es el dueño de cada uno
Y cada uno un ensayo de su estupidez.
Una ola le moja el cigarro, otra la franela
Una tercera le sacude la dignidad.
¡Un momento, señores cangrejos!
Se ha levantado para orinar
Se santigua en este día crónico
Donde ni en su casa lo esperan.
Camino trasnochado
Detrás de la puerta
La carretera se desliza hasta la playa
Se detiene en un pequeño kiosco
Donde el Sol languidece en una silla
Un ventilador a las moscas espanta
Mientras un pescado se fríe.
El aire suena en las ruedas de la bicicleta
Como si un niño silbara una canción.
Se puede oler la personalidad de las algas
Percibir el misterio de la creación
Con sólo dormitar sobre la arena.