FEDERICO Y GIULETTA
Cuando Federico vio a Giuletta
pensó que no era guapa
pero que nunca había visto nada
tan hermoso.
Con palabras
y traspiés la hizo suya
y la llevó a su casa
donde le dio historias fabulosas
y disgustos.
RATONCITO PÉREZ
Uno de estos días
voy a escribir ese poema de amor
que me reclamas.
Sé que más que un poema
quieres una bandera
pero no me importa,
tú también minimizas
mis catástrofes con olvido.
Será un poema de amor
que retirará a Neruda
(no sé si podré con Gala).
Escrito con la sabiduría
de mis años
y con la suave tersura
de los tuyos.
Si tiene alguna arruga
será la de una sábana.
Y si lleva piedras
serán de azúcar.
Y te lo daré un día oscuro
porque serás más sensible
al calor.
Mi amor.
Inéditos, extraídos de El céfiro
De ‘Moscas en los incunables’ (Huacánamo, 2011)
LA OTRA MAJA
Mi amor
Tu cuerpo arqueándose por el placer
Está clavado en mi cabeza
Como un cuadro en un museo
Puedo verlo cada día
Pero no me lo dejan llevar a casa.
REVELACIÓN
¿La vida?
Detrás, el voraz incendio.
Delante, un profundo
mar.
Y no sabes nadar.
DISPAROS EN EL VECINDARIO
Con la de olvido
que te está cayendo.
Gaztambide,
y tú todavía te levantas derecho.
Estás forjado
en el templo de tus antepasados,
héroes de la infantería
curtidos en la lucha desigual-
Acostumbrados a derrotas heroicas
y a victorias pírricas.
Esta por ejemplo de levantarte
de un brinco
a escribir este poema-
Como quien solo en la trinchera
pega un tiro al aire.
HOTELES
No son los mismos días
Pero son iguales.
La maleta,
La silla,
El televisor.
La ventana.
La cama.
El libro,
Los trabajos pendientes,
El hábito del extrañamiento.
El sopor del insomnio.
La masturbación.
POSO
Quedan los amaneceres, queda la luz.
Queda el calor de las sábanas
o su frío intolerable y enfermo.
Quedan los transportes públicos.
Las miradas obscenas
de los desconocidos,
las historias que tal vez
y las que ya jamás.
Quedan los horarios.
Y el tiempo sin tiempo de la nada.
Queda el apetito. Queda la sed.
Quedan las carcajadas.
Los gritos detrás de esa ventana.
Queda la esperanza
y la muerte espantosa. Queda el dolor.
Y la náusea.
Quedan las sirenas de la policía.
Los aullidos de las ambulancias.
Los besos, quedan.
ADIÓS (3)
Y fueron barro y ceniza
en zapatos ajenos.
JUBILACIÓN
Sol
Paciencia
Un guiso sencillo.
De untar.
Algo de dinero
Un párrafo diáfano
y descreído.
Un café solo
(¡y prohibido!)
Un recuerdo amable
en el duermevela.
Un banco bien orientado
junto a una escuela
de enfermería.
TELEGRAMA
Tú estás en tu cama
Yo en la mía
No es la misma
Algo estamos haciendo mal.