«La sociología política o sociopolítica es interdisciplinaria, donde la ciencia política y la sociología se cruzan».
Quisiera hoy preguntarte si conoces
lo que es el Parlamento.
Si acaso no lo sabes te lo cuento,
un sitio en que se escuchan muchas voces
y hay gentes que protestan dando coces....
La tarde triste está tras la montaña
sumida entre la sombra en la calima,
si observas por encima de la sima
verás existe un pueblo, que es España
carente de autoestima.
Yo aquí hago un homenaje a aquellos hombres
que son piedra y son fuente y son retablo,
gentes que, yo sé muy bien de lo que hablo,
el bien vienen a hacer, no pongo nombres
Me acerco en mi escondrijo tratando ver el mundo,
desde lo más profundo ¡curiosidad malsana!
No entiendo lo que ocurre, me acerco a la ventana,
cuanto más me aproximo le veo más inmundo.
El tiempo en que hoy vivimos
tan lleno y tan cargado de amarguras
no puede presumir de ser mejor
que aquel a recordar cuando nacimos,
asi fuera preñado de estrechuras,
sin tanto resplandor.
Y un día de improviso nació un hombre,
-no sabría decir cómo ni cuándo-,
y uno y otro después se fue sumando
hasta hacer una tribu, aquí sin nombre,
e irse poco a poco organizando.
Periodistas no son, correveidiles,
que en artes de encubrir son marrulleros,
chupatintas libando en los tinteros
arrimando el aceite a sus candiles.
Todo el mundo pretende adoctrinarme
llevando siempre el agua a su terreno
metiendo hasta las trancas en su cieno;
si no gusta pues debo de amoldarme
cual fuera aquí el consejo de un galeno.
Castilla vieja, peregrina y santa,
la que algunos ahora dan por muerta,
de yermos y de páramos, desierta,
de iglesias y de ermitas sacrosanta.
Quien a la vida se enfrenta
sin saber como la aguanta
es igual que aquel que canta
y un catarro se presenta.
Aquel que se toma menta
y un picor en la garganta...
Lo que dices jamás es lo que crees
que es lo que otros perciben y comentan
pues siempre existirán lo que presientan
que algo escondes oculto que desees
así sea que mientan.
Más malo que la sarna, se decía,
de un niño que, travieso, era muy malo,
de un cojo, que su pata era de palo,
de un sordo, que era tonto y lo sabía.
Luces de Navidad, cosmopolitas.
De andamios empinadas por la calle,
silbando cuando cruzan las mocitas
rimando la belleza de su talle.
Algunos hay me tachan de fascista,
me dicen que yo soy muy de derechas,
del clima que yo soy negacionista,
maldigo lo que suene a comunista
poniendo a mi tamiz bajo sospechas.
Yo sé, no sé, quizás, saber quisiera
o acaso adivinar si en el futuro
-aquí todo se torna muy oscuro-
el mundo chocaría contra un muro
logrando en mil pedazos se rompiera.
Caminante soy que voy imaginando
a los molinos de viento destruyendo,
voy andando y mientras lo hago voy pensando
y a cada paso que doy envejeciendo.
Quiero escribir sencillo, que se entienda,
con palabras en grandes caracteres,
y hablar de dios, del hombre, las mujeres,
del soldado que inicia una contienda,
de las penas, del miedo y los quereres.
Hay algo más absurdo, me pregunto,
que exista y que no tenga explicación,
que venga a establecer más confusión
echando leña al fuego en este asunto.
