MIS MAESTROS-POETAS

MARQUÉS DE SANTILLANA

Recuérdate de mi vida,
pues que viste
mi partir e despedida
ser tan triste.
la respuesta non devida
que me diste;

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

NICOLÁS FERNÁNDEZ DE MORATÍN

Amor, tú que me diste los osados
intentos y la mano dirigiste
y en el cándido seno la pusiste
de Dorisa, en parajes no tocados;

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

TIRSO DE MOLINA

Que el clavel y la rosa,
¿cuál era más hermosa?
El clavel, lindo en color...

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

GABRIEL CELAYA

A veces me figuro que estoy enamorado,
y es dulce, y es extraño,
aunque, visto por fuera, es estúpido, absurdo.
Las canciones de moda me parecen bonitas,
y me siento tan solo
que por las noches bebo más que de costumbre.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

FELIX MARÍA DE SAMANIEGO

Apacentando un Joven su ganado,
gritó desde la cima de un collado:
¡Favor!, que viene el lobo, labradores.
Éstos, abandonando sus labores,
acuden prontamente,
y hallan que es una chanza solamente.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

FRANCISCO ALDANA

Clara fuente de luz, nuevo y hermoso,
rico de luminarias, patrio Cielo,
casa de la verdad sin sombra o velo,
de inteligencias ledo, almo reposo:
¡oh cómo allá te estás, cuerpo glorioso,

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JAIME SABINES

A caballo, Tarumba,
hay que montar a caballo
para recorrer este país,
para conocer a tu mujer,
para desear a la que deseas,
para abrir el hoyo de tu muerte,
para levantar tu resurrección. Lee y disfruta de sus poemas...

MANUEL GUTIERREZ NÁJERA

Los pájaros que en sus nidos
mueren, ¿a dónde van?
¿Y en que lugar escondidos
están, muertos o dormidos,
los besos que no se dan?

Lee y disfruta de sus poemas...

DÁMASO ALONSO

Tú le diste esa ardiente simetría
de los labios, con brasa de tu hondura,
y en dos enormes cauces de negrura,
simas de infinitud, luz de tu día;

Lee y disfruta de sus poemas...

ROSALÍA DE CASTRO

¡Con qué pura y serena transparencia
brilla esta noche la luna!
A imagen de la cándida inocencia,
no tiene mancha ninguna.

Lee y disfruta de sus poemas...

LUIS DE GÓNGORA

Mientras por competir con tu cabello
Oro bruñido al sol relumbra en vano,
Mientras con menosprecio en medio el llano
Mira tu blanca frente al lilio bello;

Lee y disfruta de sus poemas...

LUIS ROSALES

Abril, porque siento, creo,
pon calma en los ojos míos,
¿los montes, mares y ríos,
qué son sino devaneo?

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

VICENTE ALEIXANDRE

¿Qué firme arquitectura se levanta
del paisaje, si urgente de belleza,
ordenada, y penetra en la certeza
del aire, sin furor y la suplanta?

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JAIME GIL DE BIEDMA

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

LEÓN FELIPE

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.
Y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura,...

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JOSÉ ZORRILLA

¡Ay del triste que consume
su existencia en esperar!
¡Ay del triste que presume
que el duelo con que él se abrume
al ausente ha de pesar!

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JULIA DE BURGOS

Yo vengo de la tierna mitad de tu destino;
del sendero amputado al rumbo de tu estrella;
el último destello del resplandor andino,
que se extravió en la sombra, perdido de tu huella.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JUANA DE IBARBOUROU

A ártico cielo y soles de Brasiles
bajo palio de heridos corazones,
a ociosa espuma y a fluviales sones
anda el Sagrado Corazón en lides.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

MARIO BENEDETTI

No lo creo todavía
estás llegando a mi lado
y la noche es un puñado
de estrellas y de alegría
palpo gusto escucho y veo
tu rostro tu paso largo

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

NICOLÁS GUILLÉN

¿Cuándo fue?
No lo sé.
Agua del recuerdo
voy a navegar.
Pasó una mulata de oro,
y yo la miré al pasar:,....

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

OCTAVIO PAZ

El mar, el mar y tú, plural espejo, 
el mar de torso perezoso y lento 
nadando por el mar, del mar sediento: 
el mar que muere y nace en un reflejo. 

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

GUTIERRE DE CETINA

Excelso monte do el romano estrago
eterna mostrará vuestra memoria;
soberbios edificios do la gloria
aún resplandece de la gran Cartago;...

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

MANUEL ALCÁNTARA

El mar, el mar y tú, plural espejo, 
el mar de torso perezoso y lento 
nadando por el mar, del mar sediento: 
el mar que muere y nace en un reflejo. 

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JOSÉ BERGAMIN

AGUA sólo es el mar; agua es el río,
Agua el torrente, y agua el arroyuelo.
Pero la voz que en ellos habla y canta
No es del agua, es del viento.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

CONCEPCIÓN ARENAL

Había en un lugarón
Dos hombres de mucha edad,
Uno de gran sobriedad
Y el otro gran comilón.
La mejor salud del mundo
Gozaba siempre el primero....

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

GABRIEL Y GALÁN

Cuando pasa el Nazareno
de la túnica morada,
con la frente ensangrentada,
la mirada del Dios bueno
y la soga al cuello echada,

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

GLORIA FUENTES

El burro nunca dejará de ser burro.
Porque el burro nunca va a la escuela.
El burro nunca llegará a ser caballo.
El burro nunca ganará carreras.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

AMADO NERVO

¿Quién es esa sirena de la voz tan doliente,
de las carnes tan blancas, de la trenza tan bruna?
-Es un rayo de luna que se baña en la fuente,
es un rayo de luna...

Lee y disfruta de sus poemas...

LOPE DE VEGA

Un soneto me manda hacer Violante
que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
catorce versos dicen que es soneto;
burla burlando van los tres delante.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

Esparce octubre, al blando movimiento
el sur, las hojas áureas y las rojas,
en la caída clara de sus hojas,
e lleva al infinito el pensamiento.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

LUIS CERNUDA

Ventana huérfana con cabellos habituales,
Gritos del viento,
Atroz paisaje entre cristal de roca,
Prostituyendo los espejos vivos,
Flores clamando a gritos
Su inocencia anterior a obesidades.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

FRAY LUIS DE LEÓN

Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado.
Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

RUBÉN DARÍO

Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

FRANCISCO DE QUEVEDO

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;

Lee y disfruta de sus poemas...

SAN JUAN DE LA CRUZ

En una noche oscura
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

SANTA TERESA DE ÁVILA

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

Volverán las oscuras golondrinas
De tu balcón sus nidos a colgar
Y otra vez con el ala a sus cristales
Jugando llamarán.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS

MANUEL MACHADO

Yo, poeta decadente,
español del siglo veinte,
que los toros he elogiado,
y cantado
las golfas y el aguardiente...,
y la noche de Madrid,...

Lee y disfruta de sus poemas...

LUIS DE GÓNGORA

Mientras por competir con tu cabello
Oro bruñido al sol relumbra en vano,
Mientras con menosprecio en medio el llano
Mira tu blanca frente al lilio bello;

Lee y disfruta de sus poemas...

PEDRO SALINAS

A esa, a la que yo quiero,
no es a la que se da rindiéndose,
a la que se entrega cayendo,
de fatiga, de peso muerto,
como el agua por ley de lluvia.

Lee y disfruta de sus poemas...

JORGE MANRIQUE

Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte,
contemplando
cómo se passa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;

Lee y disfruta de sus poemas...

MIGUEL HERNÁNDEZ

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma, ¿quién,
quién levantó los olivos?
No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor...

Lee y disfruta de sus poemas...

RAMÓN DE CAMPOAMOR

En este mundo traidor
Nada es verdad ni mentira:
Todo es según el color
Del cristal con que se mira. 

Lee y disfruta de sus poemas...

ALFONSINA STORNI

Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.

Lee y disfruta de sus poemas...

NICOMEDES SANTA CRUZ

Cómo has cambiado, pelona,
cisco de carbonería.
Te has vuelto una negra mona
con tanta huachafería.
Te cambiaste las chancletas
por zapatos taco aguja,...

Lee y disfruta de sus poemas...

JORGE LUIS BORGES

En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba en su severo
ámbito en que se odian dos colores.

Lee y disfruta de sus poemas...

LEANDRO FERNÁNDEZ DE MORATÍN

¿Qué acecho de dolor el alma vino
a herir? ¿Qué funeral adorno es éste?
¿Qué hay en el orbe que a tus luces cueste
el llanto que las turba cristalino?

Lee y disfruta de sus poemas...

FEDERICO GARCÍA LORCA

Granada, calle de Elvira,
donde viven las manolas,
las que se van a la Alhambra,
las tres y las cuatro solas.

Lee y disfruta de sus poemas...

JOSÉ ÁNGEL BUESA

Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.

Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.

Lee y disfruta de sus poemas...

BLAS DE OTERO

Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos su versos.

Lee y disfruta de sus poemas...

RAFAEL ALBERTI

Se equivocó la paloma,
se equivocaba.
Por ir al norte fue al sur,
creyó que el trigo era el agua.
Creyó que el mar era el cielo...

Lee y disfruta de sus poemas...

ANTONIO MACHADO

Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero...

Lee y disfruta de sus poemas...

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

Este amor que ha venido de repente
y sabe la razón de la hermosura.
Este amor, amorosa vestidura,
ceñida al corazón exactamente.

Lee y disfruta de sus poemas...

SALVADOR DÍAZ MIRÓN

En buen esquife tu afán madruga,
el firmamento luce arrebol;
grata la linfa no tiene arruga;
la blanca vela roba en su fuga
visos dorados al nuevo sol.

Lee y disfruta de sus poemas...

SALVADOR DÍAZ MIRÓN

En buen esquife tu afán madruga,
el firmamento luce arrebol;
grata la linfa no tiene arruga;
la blanca vela roba en su fuga
visos dorados al nuevo sol.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIGUEL ÁNGEL ASTURIAS

Recuerdo que en los días rosados de mi infancia,
la abuela…(¿de quién son los abuelos?, ¿de los niños?),
solía por las noches, cuando la tibia instancia
parecía una caja de dulces de la luna,
contar historias viejas. Hoy ya no sé ninguna.

Lee y disfruta de sus poemas...

AQUELLOS LIBROS VIEJOS [Mi poema]
Guillermo Pilía [Mi poeta sugerido]

Inicio » Fantástico » AQUELLOS LIBROS VIEJOS (Mi poema) Guillermo Pilía (Mi poeta sugerido)

¡Gracias por leer esta publicación, ¿deseas comentar?  haz click en el botón de la izquierda!

MI POEMA… de medio pelo

 

Ahora que el recuerdo no me alcanza,
la historia lo borró de la memoria,
aún percibo aquella claraboya
jugando con la luz en una danza
cual barco con la boya.

Aquellas escaleras tan sombrías
con halo misterioso en sus peldaños,
qué pisadas no habría, cuántos años
y en mi angustia febril avemarías
y duendes tan huraños.

Tanta intriga para acceder a aquel
objeto de deseo, estantería,
a esos libros dormidos que allí había,
oscuro y despreciado ese anaquel
y cuánta fantasía.

Todos quietos allí muertos de pena
y yo con mi ansiedad harto malsana
abriéndole un resquicio a mi ventana
ansioso por curar esa condena
de mi inquietud pagana.

Las tapas eran duras, oxidadas,
las hojas grises y ocres de pigmentos,
la fecha de edición mil setecientos
cansadas de esperar y arrebujadas
de tantos sufrimientos.

Al fin pude abrir uno, ¡virgen santa!
al entreabrir creí que me moría,
no podía leer, ave maría,
que un nudo se me hacía en la garganta
gritando de alegría.

Dejando a cada libro satisfecho,
las ansias por saber, justo, saciando,
el miedo a aquel desván fui superando,
aquí dejo constancia de este hecho
que aun sigo recordando.
©donaciano bueno

Aquellos libros de tapas duras llenos de polvo y nuestras ansias por descubrir los misterios que albergaban.

MI POETA SUGERIDO: Guillermo Pilía

Guillermo Pilía

LO QUE QUEDA AQUÍ

Es el día de dejar la antigua casa: los muebles
ya han sido retirados, las ventanas
están ya sin cortinas; y los cables de la luz
cuelgan del techo con tristeza de desastre.
Nada importante va a ser olvidado. Pero acaso,
ocultos en un rincón, seguramente queden
fragmentos de uñas, de cabellos, un botón
de una vieja camisa, la hilacha de un vestido,
una moneda de diez centavos que una mañana
saltó de mi bolsillo —poca cosa
como para extrañar su ausencia—, alguna mota
de polvo de un viaje lejano. El resto está ahora
en el camión de mudanza. Menos el tiempo
que imperceptiblemente nos fue apartando de las fotos
que llevaremos a la última casa, las uñas del dolor,
los cabellos de la ternura, los botones
de los días de fiesta. Eso se queda aquí:
las hilachas de las conversaciones, las monedas
perdidas del amor, el polvo que trajimos de otros sitios
en los que rozamos la felicidad. Cáscaras de nuestras vidas
que ignorarán los que vengan, bagatelas sin precio
que a nadie más enseñarán a vivir.

LOS SECRETOS

Detrás de la ventana existe un árbol
al que el otoño lentamente transforma.
Desde su cama lo mira una enferma incurable
y piensa en futuras estaciones, en tardes
de convalecencia, en promesas de salud. Ella ignora
que ya no arribarán tales días, que a su lado
todos fingen porvenires rumbosos, que esas hojas
que caen son la única certeza. Yo la veo
mirar hacia el árbol que el otoño
y la tarde transforman, y no es tristeza
por su destino lo que siento: es más bien
piedad por el niño que yo fui, alimentado
con las mentiras de los moribundos,
con frases a media voz, con miradas
secretas, suspicaces; con palabras ambiguas
que siempre escondían algo sucio o terrible.
La enferma que sospecha de las risas forzadas
y la amabilidad de los médicos, es hoy el niño
que ayer yo fui: temeroso de aquello
que el mundo entonces me ocultaba; temeroso
de la muerte y de Dios, y también de la vida.

ETAPAS IMPREVISTAS

Todas las calles llevan al mismo destino:
la calle Esmeralda de Buenos Aires,
la carrera de San Jerónimo en Madrid,
la de la Sábana Santa de Quito. Todas
sin prisa conducen a idéntico lugar:
Vía Salaria, Rodrigo Caro, Suspiros,
Combate de Los Pozos, San Lorenzo
y tantas otras cuyos nombre están tácitos
en el recuerdo, y no por ello menos vivas:
una calle de Lisboa donde vendían
enormes paraguas, la que desciende
la colina de la Alhambra, las calles
que quedaron marcadas por un odio,
por el llanto o el beso, por proyectos
realizados más tarde o tal vez no.

Quizás todas fueron sendas de un derrotero
de etapas imprevistas, de un viaje iniciado
cuando aún no caminaba, en la calle
de tierra donde nací. Por ella he empezado
—acaso sin darme cuenta— ya a regresar.

OJALA ESTE VENDAVAL BARRIERA DE MI ALMA

Ojalá este vendaval barriera de mi alma
todas las incertidumbres, todas las dudas,
y limpiase mi historia de oprobio y pesar:
como limpia el cielo de nubes, de humedad

la atmósfera, y barre las hojas de los patios
de Casa Bermeja… Porque no supe
encontrarte, Señor, en lo pequeño,
en la lepra o en el granito de mostaza,

por buscarte en mi mentida pureza.
Dichoso quien permaneció bajo la lluvia
cuando todos buscaban madriguera.

Ojalá el año aún fuese tierra santa,
de zarzales ardientes, una tierra
que nadie debe hollar, si no es descalzo…

RASTREANDOTE POR PERDIDOS SENDEROS

De nuevo oigo en mi corazón: “Buscad mi rostro”.
Pero tú eres en verdad un Dios escondido:
tu rostro perseguía y tú me lo ocultabas.
Así van en la noche poetas y místicos
rastreándote por perdidos senderos.
¿Estabas en la vida miserable
del cuartel? ¿En las gloriosas mañanas
de Córdoba, en la Mezquita? ¿En la sombra
de un confesionario? ¿En la podredumbre
de las vendas y paños de un quirófano?
¿Quién puede estar seguro de encontrarte?
Tú que eres inmutable, ¿no podrías
dar tus señas a los que vivimos sujetos
a la endeblez del tiempo y de las horas?

FUE EN GRANADA POR MAYO

¿Te he visto alguna vez? Fue en Granada, por mayo,
y yo había descendido del Sacromonte
hasta el mirador de San Nicolás.
En medio de las sombras la Alhambra flotaba
como un enorme buque iluminado,
airosa y altanera. Sobre el techo
de una casa baja dos jóvenes gitanos
charlaban bebiendo sus cervezas, de espaldas
a esa nave de roca. Y parecía
que el tiempo no contaba para ellos,
ni el mundo y su belleza. Entonces te sentí:
en la calma del Albaicín a medianoche,
en mi deseo de quedarme allí por siempre,
en los muchachos y su hermosa indiferencia.

PASO EL VERANO, PASO Y SE OLVIDÓ

Hoy los tilos se han vuelto
por completo amarillos, de un color
que desde que era niño se repite:
en los cuadernos de marzo, en las calles
heridas por mis pasos,
y también en los follajes del alma:
hoy amarillo, mañana dorado,
pasado almazarrón —ya habrían de llegar
otras tardes con su endeble alegría—.
Árbol de luz, árbol de gracia,
mejor adornado que con púrpura regia…
Pasó el verano, pasó y se olvidó.
Y de nuevo la boca
quedó llena de grava.

SIN PENA NI PRISA

Marchan los días sin pena ni prisa
y el labrador espera el fruto de la tierra
y paciente aguarda las estaciones
de las lluvias tempranas y tardías.
Así también espera el alma mansamente
que llegue un profeta, quizás un pordiosero,
a proclamar una amnistía a los cautivos,
la libertad a los encarcelados,
el año santo de la gracia del Señor.
Aquí estoy yo, mi Dios, estoy dispuesto
a malvivir por dar la buena nueva
a los sencillos, por vendar las llagas
de los apestados, por pagar mi soberbia
con manos ásperas de miserable amor.

Si te gusta #Guillermo_Pilía... Clic para tuitear

Autor en esta página

Si te gusta mi poema o los del poeta sugerido, compártelo. Gracias
Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

Artículos: 2940
Subscríbete!
Notificar a
guest

0 ¡Ardo en ascuas por conocer tu opinión! ¡Anímate a comentar!
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
Echa un vistazo a la siguiente publicación
Quiero que mi cerebro me obedezca, que sea…
0
Me encantaría tu opinión, por favor comenta.x

Descubre más desde DonacianoBueno

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo