Una muestra de sus poemas
Poesía
Vocación de alma dramática,
de literata o lo que venga.
Cocinera, camarera o reportera
según convenga, lo mismo da
que no me veas en la tele nacional.
Me puse metas tal vez etéreas para volar.
Y lo malo, a lo peor, de todo esto
es que NO me puse tetas
en vez de metas
que alcanzar.
Y lo malo, a lo mejor, es que yo a todo esto
no cuento igual -soy de puras letras
y me puede más una alta meta (una mecha
-al menos- exponencial a lo que nos dan
y nos entra sin pensar) que dos carretas.
Llegarás a cada uno de mis recodos.
Empezarás hiriendo
pero arrojarás el acierto salaz
en tejidos que creía muertos.
Entrarás en mí y será ése
el núcleo sobre el que gemir.
Me hendirá como un fusil
el laxo cuerpo de tanto sexo.
(La historia sin nosotras)
y de punta a punta pueda doler {que duele}
a veces me da el punto
y me da por quererte en ese
preci{o}so intante.
(Sombras cuarteadas de neón).
un mapa de cicatrices
y tatuajes, lo cruzan letras,
algunos símbolos, muertos
que no desaparecerán.
Mi sangre transporta tinta,
afanada, queriendo ser escrita.
Word Lover
Primero es la música,
después como una imbécil
-no sabe qué decir- hace acto
de presencia la palabra.
Tartamudea con un componente
exacerbado de impulso
que levanta como muelle de la silla.
Tiene algo de bicho que recorre
cada cubículo en tu sangre
encendida,
y quiere abrirse
en cualquier verbo.
En un bar de carretera.
Muda en cuanto te propones
atraparla, como este agosto,
como cuando viste a esa diosa
y nunca más lo hiciste
al cruzar la puerta,
aquellas líneas.
Se manifiesta en clubes al anochecer,
al mediodía con tres copas
y cinco amigos. Mientras te duermes.
Tiene mucho de puta la palabra:
resbaladiza, tremendamente
rauda. Hábil juega contigo.
Se parece demasiado
a ti.