EL CONSTRUCTIVISMO MORAL DE KANT
¿Dónde acaban todas esas cosas que olvidamos
en los hoteles? ¿Quién sabe si fueron nuestras?
Aceptar el olvido es fundar la pérdida.
No sé a quién hice abandonar, pero le pido perdón.
Me cuesta tanto terminar el té, pensar si aquí acaba.
No sé si puedo escapar de la estructura, de lo que es
y de mi capacidad para reconocerme en sus palabras.
Pero quién sabe de las noches que me declaré líquido
en fiestas y jolgorios sin saber que no tener forma es
estar condenado a cualquiera.
Ya me sentencian los cuerpos a la apariencia de un condenado,
ya escucho las terrazas recogerse y los vasos salir del lavavajillas.
Obedecí las órdenes y puse tres cubalibres:
1) J&B con 7Up
2) Larios con Coca-Cola
3) DIC con Fanta Naranja
y quedaron contentos, emocionados, sus ojos mientras extendían el dinero.
A todos los vi felices en fiestas y verbenas, escuché sus miserias,
retazos de cambiar, jirones espirituales, problemas de dinero,
problemas de todo tipo, sin solución todos, problemas ya de temporeros
problemas dignos del bebercio, de llevar tanto tiempo en tanta cosa,
sí, tal vez, tal vez nos apuntemos a yoga, aunar cuerpo, mente y respiración
no suena del todo mal para solucionar nuestros problemas dos tardes en semana,
no suena del todo mal, cariño, buscaré alguna oferta, en Groupon debe haber algo,
cómo te viene el jueves por la tarde, librarás al final, ya me dices, amor, ya me cuentas.
Dos cuestiones fundamentales
I
En qué piensas desde que trabajas en las industrias cárnicas,
desde que las máquinas se han convertido en un tratado de