Una muestra de sus poemas
SOLO A TI LAS PLAYAS
He dado a todos flores y poemas,
pero las playas solo a ti.
Solo a ti las arenas
y un cardumen de peces plateados,
solo a ti yo y las olas
y un carro de delfines atrevidos,
solo a ti azules soles
y las sangrientas aguas del crepúsculo,
y la sal en tus labios
y en tu cuello un collar de caracolas,
lo secreto de mí,
lo que yo no sabía que era tuyo
y siempre me sorprende,
un atisbo de Dios entre mis brazos.
Yo no quería tanto.
Allí arriba tus astros,
aquí dentro tus besos me bastaban.
Pero Tú, lanzador de supernovas,
alfarero de espacios y galaxias,
rescatador de perlas abismales,
el que signó mi frente,
lo que al cerrar los ojos me deslumbra,
lo que al abrir los brazos me hace falta,
me labras estas alas que no caben
en este cielo tuyo,
oh, Tú, amor de la inefable luz,
corazón, silbo enamorado, cítara,
amante delicado de mis lágrimas
que en mi pecho aleteas con tus pájaros.
De Niños al hombro
CÓMO te mima el viento
cuando cimbrea
las flores de tu huerto
y tu melena.
A mí me arrastra
y hace conmigo lo que
le da la gana.
* * *
EL universo va
por todos lados
haciéndose más grande
buscando algo.
Y lanza estrellas
a la busca y captura
y no lo encuentra.
* * *
YO no puedo salir
del universo
porque allí donde vaya
lo llevo dentro.
Y no voy solo,
que voy por las estrellas
contigo a hombros.
Cómo se abre a ti mi corazón
y en volutas, girolas y crepúsculos
echan a volar místicos pájaros
sin saber qué cantar ni en qué posarse.
¿Por qué me harás llorar con esa música?
¿A qué valles remotos me conduces?
¿Qué cauces debo abrir con estas hachas?
Yo no sabía, hasta que oí tus cítaras,
que tenía unas alas
que me llevan tan alto,
Señor de las más íntimas estrellas».
EL ÓRGANO
Cómo se abre a ti mi corazón
y en volutas, girolas y crepúsculos
echan a volar místicos pájaros
sin saber qué cantar ni en qué posarse.
¿Por qué me harás llorar con esa música?
¿A qué valles remotos me conduces?
¿Qué cauces debo abrir con estas hachas?
Yo no sabía, hasta que oí tus cítaras,
que tenía unas alas que me llevan tan alto,
Señor de las más íntimas estrellas.