JOSÉ ÁNGEL BUESA

Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.

Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.

Lee y disfruta de sus poemas...

BLAS DE OTERO

Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos su versos.

Lee y disfruta de sus poemas...

RAFAEL ALBERTI

Se equivocó la paloma,
se equivocaba.
Por ir al norte fue al sur,
creyó que el trigo era el agua.
Creyó que el mar era el cielo...

Lee y disfruta de sus poemas...

ANTONIO MACHADO

Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero...

Lee y disfruta de sus poemas...

ELIX MARÍA DE SAMANIEGO

Apacentando un Joven su ganado,
gritó desde la cima de un collado:
¡Favor!, que viene el lobo, labradores.
Éstos, abandonando sus labores,
acuden prontamente,
y hallan que es una chanza solamente.

Lee y disfruta de sus poemas... v

FEDERICO GARCÍA LORCA

Granada, calle de Elvira,
donde viven las manolas,
las que se van a la Alhambra,
las tres y las cuatro solas.

Lee y disfruta de sus poemas...

GABRIEL CELAYA

A veces me figuro que estoy enamorado,
y es dulce, y es extraño,
aunque, visto por fuera, es estúpido, absurdo.
Las canciones de moda me parecen bonitas,
y me siento tan solo
que por las noches bebo más que de costumbre.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIGUEL ÁNGEL ASTURIAS

Recuerdo que en los días rosados de mi infancia,
la abuela…(¿de quién son los abuelos?, ¿de los niños?),
solía por las noches, cuando la tibia instancia
parecía una caja de dulces de la luna,
contar historias viejas. Hoy ya no sé ninguna.

Lee y disfruta de sus poemas...

LUIS DE GÓNGORA

Mientras por competir con tu cabello
Oro bruñido al sol relumbra en vano,
Mientras con menosprecio en medio el llano
Mira tu blanca frente al lilio bello;

Lee y disfruta de sus poemas...

SALVADOR DÍAZ MIRÓN

En buen esquife tu afán madruga,
el firmamento luce arrebol;
grata la linfa no tiene arruga;
la blanca vela roba en su fuga
visos dorados al nuevo sol.

Lee y disfruta de sus poemas...

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

Este amor que ha venido de repente
y sabe la razón de la hermosura.
Este amor, amorosa vestidura,
ceñida al corazón exactamente.

Lee y disfruta de sus poemas...

TIRSO DE MOLINA

Que el clavel y la rosa,
¿cuál era más hermosa?
El clavel, lindo en color...

Lee y disfruta de sus poemas...

FRANCISCO ALDANA

Clara fuente de luz, nuevo y hermoso,
rico de luminarias, patrio Cielo,
casa de la verdad sin sombra o velo,
de inteligencias ledo, almo reposo:
¡oh cómo allá te estás, cuerpo glorioso,

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

MARQUÉS DE SANTILLANA

Recuérdate de mi vida,
pues que viste
mi partir e despedida
ser tan triste.
la respuesta non devida
que me diste;

Lee y disfruta de sus poemas...

GUTIERRE DE CETINA

Excelso monte do el romano estrago
eterna mostrará vuestra memoria;
soberbios edificios do la gloria
aún resplandece de la gran Cartago;...

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

NICOLÁS FERNÁNDEZ DE MORATÍN

Amor, tú que me diste los osados
intentos y la mano dirigiste
y en el cándido seno la pusiste
de Dorisa, en parajes no tocados;

Lee y disfruta de sus poemas...

LUIS ROSALES

Abril, porque siento, creo,
pon calma en los ojos míos,
¿los montes, mares y ríos,
qué son sino devaneo?

Lee y disfruta de sus poemas...

ROSALÍA DE CASTRO

¡Con qué pura y serena transparencia
brilla esta noche la luna!
A imagen de la cándida inocencia,
no tiene mancha ninguna.

Lee y disfruta de sus poemas...

JOSÉ ZORRILLA

¡Ay del triste que consume
su existencia en esperar!
¡Ay del triste que presume
que el duelo con que él se abrume
al ausente ha de pesar!

Lee y disfruta de sus poemas...

JUANA DE IBARBOUROU

A ártico cielo y soles de Brasiles
bajo palio de heridos corazones,
a ociosa espuma y a fluviales sones
anda el Sagrado Corazón en lides.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

VICENTE ALEIXANDRE

¿Qué firme arquitectura se levanta
del paisaje, si urgente de belleza,
ordenada, y penetra en la certeza
del aire, sin furor y la suplanta?

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JAIME GIL DE BIEDMA

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

LEÓN FELIPE

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.
Y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura,...

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JULIA DE BURGOS

Yo vengo de la tierna mitad de tu destino;
del sendero amputado al rumbo de tu estrella;
el último destello del resplandor andino,
que se extravió en la sombra, perdido de tu huella.

Lee y disfruta de sus poemas...

CONCEPCIÓN ARENAL

Había en un lugarón
Dos hombres de mucha edad,
Uno de gran sobriedad
Y el otro gran comilón.
La mejor salud del mundo
Gozaba siempre el primero....

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JAIME SABINES

A caballo, Tarumba,
hay que montar a caballo
para recorrer este país,
para conocer a tu mujer,
para desear a la que deseas,
para abrir el hoyo de tu muerte,
para levantar tu resurrección. Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

MARIO BENEDETTI

No lo creo todavía
estás llegando a mi lado
y la noche es un puñado
de estrellas y de alegría
palpo gusto escucho y veo
tu rostro tu paso largo

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

NICOLÁS GUILLÉN

¿Cuándo fue?
No lo sé.
Agua del recuerdo
voy a navegar.
Pasó una mulata de oro,
y yo la miré al pasar:,....

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

OCTAVIO PAZ

El mar, el mar y tú, plural espejo, 
el mar de torso perezoso y lento 
nadando por el mar, del mar sediento: 
el mar que muere y nace en un reflejo. 

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

MANUEL ALCÁNTARA

El mar, el mar y tú, plural espejo, 
el mar de torso perezoso y lento 
nadando por el mar, del mar sediento: 
el mar que muere y nace en un reflejo. 

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JOSÉ BERGAMIN

AGUA sólo es el mar; agua es el río,
Agua el torrente, y agua el arroyuelo.
Pero la voz que en ellos habla y canta
No es del agua, es del viento.

Lee y disfruta de sus poemas...

MANUEL GUTIERREZ NÁJERA

Los pájaros que en sus nidos
mueren, ¿a dónde van?
¿Y en que lugar escondidos
están, muertos o dormidos,
los besos que no se dan?

Lee y disfruta de sus poemas...

DÁMASO ALONSO

Tú le diste esa ardiente simetría
de los labios, con brasa de tu hondura,
y en dos enormes cauces de negrura,
simas de infinitud, luz de tu día;

Lee y disfruta de sus poemas...

GABRIEL Y GALÁN

Cuando pasa el Nazareno
de la túnica morada,
con la frente ensangrentada,
la mirada del Dios bueno
y la soga al cuello echada,

Lee y disfruta de sus poemas...

LOPE DE VEGA

Un soneto me manda hacer Violante
que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
catorce versos dicen que es soneto;
burla burlando van los tres delante.

Lee y disfruta de sus poemas...

AMADO NERVO

¿Quién es esa sirena de la voz tan doliente,
de las carnes tan blancas, de la trenza tan bruna?
-Es un rayo de luna que se baña en la fuente,
es un rayo de luna...

Lee y disfruta de sus poemas...

GLORIA FUENTES

El burro nunca dejará de ser burro.
Porque el burro nunca va a la escuela.
El burro nunca llegará a ser caballo.
El burro nunca ganará carreras.

Lee y disfruta de sus poemas...

LEANDRO FERNÁNDEZ DE MORATÍN

¿Qué acecho de dolor el alma vino
a herir? ¿Qué funeral adorno es éste?
¿Qué hay en el orbe que a tus luces cueste
el llanto que las turba cristalino?

Lee y disfruta de sus poemas...

JORGE LUIS BORGES

En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba en su severo
ámbito en que se odian dos colores.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

LUIS CERNUDA

Ventana huérfana con cabellos habituales,
Gritos del viento,
Atroz paisaje entre cristal de roca,
Prostituyendo los espejos vivos,
Flores clamando a gritos
Su inocencia anterior a obesidades.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

FRAY LUIS DE LEÓN

Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado.
Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

RUBÉN DARÍO

Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

FRANCISCO DE QUEVEDO

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;

Lee y disfruta de sus poemas...

SAN JUAN DE LA CRUZ

En una noche oscura
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

SANTA TERESA DE ÁVILA

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

Volverán las oscuras golondrinas
De tu balcón sus nidos a colgar
Y otra vez con el ala a sus cristales
Jugando llamarán.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS

MANUEL MACHADO

Yo, poeta decadente,
español del siglo veinte,
que los toros he elogiado,
y cantado
las golfas y el aguardiente...,
y la noche de Madrid,...

Lee y disfruta de sus poemas...

LUIS DE GÓNGORA

Mientras por competir con tu cabello
Oro bruñido al sol relumbra en vano,
Mientras con menosprecio en medio el llano
Mira tu blanca frente al lilio bello;

Lee y disfruta de sus poemas...

PEDRO SALINAS

A esa, a la que yo quiero,
no es a la que se da rindiéndose,
a la que se entrega cayendo,
de fatiga, de peso muerto,
como el agua por ley de lluvia.

Lee y disfruta de sus poemas...

JORGE MANRIQUE

Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte,
contemplando
cómo se passa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;

Lee y disfruta de sus poemas...

MIGUEL HERNÁNDEZ

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma, ¿quién,
quién levantó los olivos?
No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor...

Lee y disfruta de sus poemas...

RAMÓN DE CAMPOAMOR

En este mundo traidor
Nada es verdad ni mentira:
Todo es según el color
Del cristal con que se mira. 

Lee y disfruta de sus poemas...

ALFONSINA STORNI

Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.

Lee y disfruta de sus poemas...

NICOMEDES SANTA CRUZ

Cómo has cambiado, pelona,
cisco de carbonería.
Te has vuelto una negra mona
con tanta huachafería.
Te cambiaste las chancletas
por zapatos taco aguja,...

Lee y disfruta de sus poemas...
MIS MAESTROS-POETAS

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

Esparce octubre, al blando movimiento
el sur, las hojas áureas y las rojas,
en la caída clara de sus hojas,
e lleva al infinito el pensamiento.

Lee y disfruta de sus poemas...

LO QUE ME PASA A MI [Mi poema]
Eugenio Florit [Mi poeta sugerido]

Inicio » Sociopolítico » LO QUE ME PASA A MI

¡Gracias por leer esta publicación, ¿deseas comentar?  haz click en el botón de la izquierda!

MI POEMA… de medio pelo

 

Lo que me pasa a mi les pasa a todos,
lo que ocurra el tres mil no importa nada,
que antepasados somos. La manada
enfangada estará en los mismos lodos
sacando su tajada.

La vida seguirá, según parece.
La gente como hace hoy yendo a por uvas
tumbado al sol que toca. Que a las cubas
es posible quizá nadie las rece,
suture por sus bubas.

La historia seguirán tergiversando,
cada cual arrimando a su sardina.
Ni existirá del hombre la autoestima,
quien llegue por detrás venga arreando
así que se deprima.

Las calles, sí, las calles serán puestas,
a solas, pues no habrá ya paseantes,
lo que no cambiará son los farsantes
las penurias, las dudas y las cuestas
tan llenas de desplantes.

No habrá curas ni iglesias, las estampas
pasado habrán de dios a mejor gloria,
ni esperanza ni sueños, que la escoria
campara por las calles a su anchas
en esa moratoria.

Seguirán presumiendo de arrogancias
para al fin terminar requetemuertos
en una escueta horizontal. Los huertos
no tendrán quien arriende las ganancias
o arreglen los entuertos.

Aspirando a ser ellos que a la luna,
-mientras tienen su casa sin barrer-,
los primeros que puedan ascender
adorando a su diosa, la fortuna,
soplando y absorber.

Ni el baile ya tendrá que alguien le baile.
que excusó se al saber se iba al garete,
las guerras seguirán con su membrete,
conventos penarán sin ningún fraile
cual frase sin corchete.

El mundo seguirá siendo de paso,
los hombres enfrascados en carreras,
soñando con ganar, partiendo peras,
haciendo del triunfar su gran fracaso
yendo por peteneras.
©donaciano bueno

Menudo #panorama más #halagüeño? Clic para tuitear

MI POETA SUGERIDO:  Eugenio Florit

A la mariposa muerta

Tu júbilo, en el vuelo;
tu inquietud, en el aire;
tu vida, al sol, al aire, al vuelo.

Qué pequeña tu muerte
bajo la luz de fuego vivo.
Qué serena la gracia de tus alas
ya para siempre abiertas en el libro.

Y en ti, tan suave, en tu morir callado,
en tu sueño sin sueños,
cuánta ilusión perdida al aire,
cuánto desesperado pensamiento.

Canciones para la soledad

Tú no sabes, no sabes
cómo duele mirarla.

Es un dolor pequeño
de caricias de plata.

Un dolor como un árbol
seco por la mañana.

Un dolor sin orilla
para dormir el agua.

Un dolor como el rastro
de la nube que pasa.

Tú no sabes, no sabes
cómo duele mirarla.

Del silencio

Ahora ya está la brisa por el aire dispersa,
con las manos hundidas en los árboles;
pero en aquel momento se había ido tan lejos,
que era como si no existiese memoria de su nombre.
Todo el silencio estaba caído por el mundo;
la tierra misma no era sino una gota de silencio.
Los segundos del sol bajaron a beber aguas muertas
donde nacía la inquietud de unas horas futuras,
prontas a alzar el vuelo con las palomas de la tarde.
Aquel minuto se extendía sobre las ramas inmóviles,
abriendo una luz sin ecos, ni cantos, ni nada.
El silencio perfecto de lo que va a surgir y aun se detiene.
Ancha campana de cristal para la luz del mediodía,
que viene limpia desde su nido alto
a florecer en una exacta rosa de doce pétalos.

Desde la nieve convertida en agua…

Desde la nieve convertida en agua,
desde el sucio periódico sin dueño,
desde la niebla, desde el tren hundido
con sus cientos de manos que buscan asidero;
desde la fantasía de los anuncios luminosos
y el ruido sin piedad de las bombas de incendio;
desde la noche que nos cae encima
-losa de cielo sin estrellas-;
desde cada momento perdido entre las calles
donde todos los solos del mundo pasan desconocidos;
desde el árbol sin hojas y el camino sin gente,
otra vez, como ayer, como mañana,
acaso ya como todos los días que vendrán, si es que vienen,
entro al silencio.

Destino

Mejor ámbito aquí, dentro de casa,
para escribir lo ancho
y lo pequeño de este mundo.
Apenas diferente
conocer la distancia de una estrella
o el alado camino
de la hoja caída de su árbol.
Preciso es dar al aire
este amargo sabor que muerde dentro,
que pide luz de fuera, la que arde
de su estar siempre fiel a su destino
que es el lucir en las palabras
y saltarse los mundos que conoce
y los que aún no han sido revelados.
Un ámbito que esconde
en sí el oculto pensamiento
brillante piedra que en su día
nos pidió rescatarla,
a ella, la escondida de los siglos,
humilde aún, que espera
el roce misterioso de unos dedos…
Ahora, despertada
de su soñar antiguo,
nacida a luz y sol,
hecha ya una palabra.
Milagro al fin que vive
al amor de su dueño:
de quien soñó con ella
en la forma final de su destino.

El alto gris

Que está más alto Dios lo sabes
tú por el fervoroso pensamiento,
aquí, vacío de palabras
y casi ya vado de recuerdos.

Alma de paz que al cielo de la tarde
subes en brazos del silencio
cuando se asoma débil entre nubes
un sol amarillento.

Más alto Dios en ti. Más firme,
más verdadero
que tú mismo, hilo de humo
con el amor dormido dentro.

Que bien lo sabes. Porque está la noche
en la Ciudad cayendo
y todo en ti se pone gris
con el opaco gris del cielo.

Y con el gris de la callada altura
se van iluminando los ensueños
-gotas de luz que se abrirán más tarde
en unas flores de brillantes pétalos.

Tu lo sabes. Que Dios
abre su rosa de invisible fuego
ahora cuando, reina de la altura,
sube tu alma en brazos del silencio.

El deseo

Quisiera haber escrito más, pero no pude.
Lo escrito escrito está. No me arrepiento.
Hubiera Dios querido, lo que siento
dentro de mí, como una espina, al viento
pudo salir, fuerte de luz, de verso lleno.
Pero no pudo ser. Y aquí me quedo
sin gloria ni valer, que no apetezco.
Tan sólo un poquitín de pensamiento
cuando no sea yo más que otro muerto.
Otro muerto cualquiera. Un gran deseo…
Y este amor a la tierra en que estoy dentro.
(¿Los árboles, las flores, el mar? Pues todo ello
aquí, muriendo como yo, en mi cuerpo.)

El mar de siempre

No volver a soñar más que en lo mismo
para tejer el hilo de los tiempos
que tal vez fueron milagrosos.
O acaso no existieron,
sino en la mente de quien los pensó.

Ese arrullo que escuchas
no es el del mar de entonces;
aquel calló con las ausencias,
o bien se hundió lejano
y se perdió en la espuma de otros mares.

No son los mismos, nunca.
Cada uno se acerca a sus orillas,
diversos todos, todos únicos
en el rozar del agua con su tierra;
y cada tierra con su mar se duerme
o al levantar el sol con él se alza.
Pero distintas, diferentes,
las tierras lejos, las de cerca,
tienen su propio mar que las arrulla
y con diverso pálpito respiran.

Como es otra la música
que en su bajar nos llega
del infinito mar de las constelaciones.

Y así vamos de mares y de orillas
al límite final que nos espera.

El poema

Sí, se te pone un nudo en la garganta
y no sabés que hacer para soltarlo.
Tal vez llorar es bueno,
pero tal vez eso no basta.
Porque si lloras te saldrán los llantos
con un gusto de amargo sentimiento.
Y, además, que llorando no te calmas.
No se te calma el nudo ni la angustia,
que es como si todo un cielo se te hundiera
o como si nadando por el agua
con las flores del agua te enredaras.
Como soñar que vas cayendo,
yendo cayendo que caerás sin prisa
y que nadie te espera al fin de la caída.
Es como que te ahoga un pensamiento
que quiere hablar, salir, saltar, volar,
y cada vez da con la jaula.
Miras el libro abierto
y ni te fijas en la página,
miras el cielo por alzar los ojos
pero no ves ni la nube que pasa,
miras la flor, no te enamora,
miras el árbol, no te espanta
oyes el ruiseñor entre la noche
y no comprendes lo que canta.
Has de volver a ti las soledades
con que vas habitando tus moradas,
y pensar poco apoco el pensamiento
y decir poco a poco las palabras,
y formar el poema con la angustia
que te mordía la garganta.

(después de todo bienvenido
si como mariposa te me quedaste fijo
clavado por las alas).

La compañera

A Cintio Vitier

A veces se la encuentra
en mitad del camino de la vida
y ya todo está bien. No importa nada.
No importa el ruido, ni la ciudad, ni la máquina.
No te importa. La llevas de la mano,
compañera tan fiel como la muerte,
y así va con el tren como el paisaje,
en el aire de abril como la primavera,
como la mar junto a los pinos,
junto a la loma como está la palma,
o el chopo junto al río,
o aquellos arrayanes junto al agua.
No importa. Como todo lo que une
y completa. Junto a la sed el agua,
y al dolor el olvido. El fuego con la fragua,
la flor y la hoja verde,
y el mar azul y la espuma blanca.
La niña pequeñita
con el brazo de amor que la llevaba,
y el ciego con su perro lazarillo,
y el Tormes junto a Salamanca.
Lo uno con lo otro tan cerrado
que se completa la mitad que falta.
Y el cielo con la tierra.
Y el cuerpo con el alma.
Y tú, por fin, para decirlo pronto,
mi soledad, en Dios transfigurada.

Los pobres en amor, qué pobres somos…

Los pobres en amor, qué pobres somos.
Ya ni la tierra nos parece hermosa,
ya ni la noche, ni la tarde clara,
ni el árbol, ni la flor nos enriquecen.
¿Qué nos da de calor la mano abierta,
de compañía la callada estancia,
del piano la voz desvanecida,
de la luz el brillar, de la presencia
el hálito fugaz que se evapora?

Pobres de amor, pasamos de camino
con la desilusión por compañera
y un preguntar que nadie nos responde
queda vibrando al aire del silencio;
y al aire van las voces y la pena
y todo el aire es un lugar de olvido.

¿Quieres amor? Más quiero la riqueza
de este seguro estar en mi pobreza.

Si te gusta #Eugenio_Florit... Clic para tuitear

Autores en esta página

[Autor]
Si te gusta mi poema o los del poeta sugerido, compártelo. Gracias
Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

Artículos: 2940
Subscríbete!
Notificar a
guest

0 ¡Ardo en ascuas por conocer tu opinión! ¡Anímate a comentar!
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
Echa un vistazo a la siguiente publicación
No sé si tu sabrás que el tiempo…
0
Me encantaría tu opinión, por favor comenta.x

Descubre más desde DonacianoBueno

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo