JOSÉ ÁNGEL BUESA

Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.

Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.

Lee y disfruta de sus poemas...

FEDERICO GARCÍA LORCA

Granada, calle de Elvira,
donde viven las manolas,
las que se van a la Alhambra,
las tres y las cuatro solas.

Lee y disfruta de sus poemas...

BLAS DE OTERO

Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos su versos.

Lee y disfruta de sus poemas...

RAFAEL ALBERTI

Se equivocó la paloma,
se equivocaba.
Por ir al norte fue al sur,
creyó que el trigo era el agua.
Creyó que el mar era el cielo...

Lee y disfruta de sus poemas...

ANTONIO MACHADO

Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero...

Lee y disfruta de sus poemas...

GABRIEL CELAYA

FELIX MARÍA DE SAMANIEGO

Apacentando un Joven su ganado,
gritó desde la cima de un collado:
¡Favor!, que viene el lobo, labradores.
Éstos, abandonando sus labores,
acuden prontamente,
y hallan que es una chanza solamente.

Lee y disfruta de sus poemas...

A veces me figuro que estoy enamorado,
y es dulce, y es extraño,
aunque, visto por fuera, es estúpido, absurdo.
Las canciones de moda me parecen bonitas,
y me siento tan solo
que por las noches bebo más que de costumbre.

Lee y disfruta de sus poemas...

GABRIEL CELAYA

A veces me figuro que estoy enamorado,
y es dulce, y es extraño,
aunque, visto por fuera, es estúpido, absurdo.
Las canciones de moda me parecen bonitas,
y me siento tan solo
que por las noches bebo más que de costumbre.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIGUEL ÁNGEL ASTURIAS

Recuerdo que en los días rosados de mi infancia,
la abuela…(¿de quién son los abuelos?, ¿de los niños?),
solía por las noches, cuando la tibia instancia
parecía una caja de dulces de la luna,
contar historias viejas. Hoy ya no sé ninguna.

Lee y disfruta de sus poemas...

SALVADOR DÍAZ MIRÓN

En buen esquife tu afán madruga,
el firmamento luce arrebol;
grata la linfa no tiene arruga;
la blanca vela roba en su fuga
visos dorados al nuevo sol.

Lee y disfruta de sus poemas...

SALVADOR DÍAZ MIRÓN

En buen esquife tu afán madruga,
el firmamento luce arrebol;
grata la linfa no tiene arruga;
la blanca vela roba en su fuga
visos dorados al nuevo sol.

Lee y disfruta de sus poemas...

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

Este amor que ha venido de repente
y sabe la razón de la hermosura.
Este amor, amorosa vestidura,
ceñida al corazón exactamente.

Lee y disfruta de sus poemas...

TIRSO DE MOLINA

Que el clavel y la rosa,
¿cuál era más hermosa?
El clavel, lindo en color...

Lee y disfruta de sus poemas...

FRANCISCO ALDANA

Clara fuente de luz, nuevo y hermoso,
rico de luminarias, patrio Cielo,
casa de la verdad sin sombra o velo,
de inteligencias ledo, almo reposo:
¡oh cómo allá te estás, cuerpo glorioso,

Lee y disfruta de sus poemas...

LUIS DE GÓNGORA

Mientras por competir con tu cabello
Oro bruñido al sol relumbra en vano,
Mientras con menosprecio en medio el llano
Mira tu blanca frente al lilio bello;

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

MARQUÉS DE SANTILLANA

Recuérdate de mi vida,
pues que viste
mi partir e despedida
ser tan triste.
la respuesta non devida
que me diste;

Lee y disfruta de sus poemas...

LUIS ROSALES

Abril, porque siento, creo,
pon calma en los ojos míos,
¿los montes, mares y ríos,
qué son sino devaneo?

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

NICOLÁS FERNÁNDEZ DE MORATÍN

Amor, tú que me diste los osados
intentos y la mano dirigiste
y en el cándido seno la pusiste
de Dorisa, en parajes no tocados;

Lee y disfruta de sus poemas...

ROSALÍA DE CASTRO

¡Con qué pura y serena transparencia
brilla esta noche la luna!
A imagen de la cándida inocencia,
no tiene mancha ninguna.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

VICENTE ALEIXANDRE

¿Qué firme arquitectura se levanta
del paisaje, si urgente de belleza,
ordenada, y penetra en la certeza
del aire, sin furor y la suplanta?

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JAIME GIL DE BIEDMA

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

LEÓN FELIPE

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.
Y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura,...

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JOSÉ ZORRILLA

¡Ay del triste que consume
su existencia en esperar!
¡Ay del triste que presume
que el duelo con que él se abrume
al ausente ha de pesar!

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JULIA DE BURGOS

Yo vengo de la tierna mitad de tu destino;
del sendero amputado al rumbo de tu estrella;
el último destello del resplandor andino,
que se extravió en la sombra, perdido de tu huella.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JAIME SABINES

A caballo, Tarumba,
hay que montar a caballo
para recorrer este país,
para conocer a tu mujer,
para desear a la que deseas,
para abrir el hoyo de tu muerte,
para levantar tu resurrección. Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JUANA DE IBARBOUROU

A ártico cielo y soles de Brasiles
bajo palio de heridos corazones,
a ociosa espuma y a fluviales sones
anda el Sagrado Corazón en lides.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

MARIO BENEDETTI

No lo creo todavía
estás llegando a mi lado
y la noche es un puñado
de estrellas y de alegría
palpo gusto escucho y veo
tu rostro tu paso largo

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

NICOLÁS GUILLÉN

¿Cuándo fue?
No lo sé.
Agua del recuerdo
voy a navegar.
Pasó una mulata de oro,
y yo la miré al pasar:,....

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

OCTAVIO PAZ

El mar, el mar y tú, plural espejo, 
el mar de torso perezoso y lento 
nadando por el mar, del mar sediento: 
el mar que muere y nace en un reflejo. 

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

GUTIERRE DE CETINA

Excelso monte do el romano estrago
eterna mostrará vuestra memoria;
soberbios edificios do la gloria
aún resplandece de la gran Cartago;...

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

MANUEL ALCÁNTARA

El mar, el mar y tú, plural espejo, 
el mar de torso perezoso y lento 
nadando por el mar, del mar sediento: 
el mar que muere y nace en un reflejo. 

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JOSÉ BERGAMIN

AGUA sólo es el mar; agua es el río,
Agua el torrente, y agua el arroyuelo.
Pero la voz que en ellos habla y canta
No es del agua, es del viento.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

CONCEPCIÓN ARENAL

Había en un lugarón
Dos hombres de mucha edad,
Uno de gran sobriedad
Y el otro gran comilón.
La mejor salud del mundo
Gozaba siempre el primero....

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

GABRIEL Y GALÁN

Cuando pasa el Nazareno
de la túnica morada,
con la frente ensangrentada,
la mirada del Dios bueno
y la soga al cuello echada,

Lee y disfruta de sus poemas...

MANUEL GUTIERREZ NÁJERA

Los pájaros que en sus nidos
mueren, ¿a dónde van?
¿Y en que lugar escondidos
están, muertos o dormidos,
los besos que no se dan?

Lee y disfruta de sus poemas...

DÁMASO ALONSO

Tú le diste esa ardiente simetría
de los labios, con brasa de tu hondura,
y en dos enormes cauces de negrura,
simas de infinitud, luz de tu día;

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

GLORIA FUENTES

El burro nunca dejará de ser burro.
Porque el burro nunca va a la escuela.
El burro nunca llegará a ser caballo.
El burro nunca ganará carreras.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

AMADO NERVO

¿Quién es esa sirena de la voz tan doliente,
de las carnes tan blancas, de la trenza tan bruna?
-Es un rayo de luna que se baña en la fuente,
es un rayo de luna...

Lee y disfruta de sus poemas...

LOPE DE VEGA

Un soneto me manda hacer Violante
que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
catorce versos dicen que es soneto;
burla burlando van los tres delante.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

Esparce octubre, al blando movimiento
el sur, las hojas áureas y las rojas,
en la caída clara de sus hojas,
e lleva al infinito el pensamiento.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

LUIS CERNUDA

Ventana huérfana con cabellos habituales,
Gritos del viento,
Atroz paisaje entre cristal de roca,
Prostituyendo los espejos vivos,
Flores clamando a gritos
Su inocencia anterior a obesidades.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

FRAY LUIS DE LEÓN

Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado.
Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

RUBÉN DARÍO

Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

FRANCISCO DE QUEVEDO

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;

Lee y disfruta de sus poemas...

SAN JUAN DE LA CRUZ

En una noche oscura
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

SANTA TERESA DE ÁVILA

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

Volverán las oscuras golondrinas
De tu balcón sus nidos a colgar
Y otra vez con el ala a sus cristales
Jugando llamarán.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS

MANUEL MACHADO

Yo, poeta decadente,
español del siglo veinte,
que los toros he elogiado,
y cantado
las golfas y el aguardiente...,
y la noche de Madrid,...

Lee y disfruta de sus poemas...

LUIS DE GÓNGORA

Mientras por competir con tu cabello
Oro bruñido al sol relumbra en vano,
Mientras con menosprecio en medio el llano
Mira tu blanca frente al lilio bello;

Lee y disfruta de sus poemas...

PEDRO SALINAS

A esa, a la que yo quiero,
no es a la que se da rindiéndose,
a la que se entrega cayendo,
de fatiga, de peso muerto,
como el agua por ley de lluvia.

Lee y disfruta de sus poemas...

JORGE MANRIQUE

Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte,
contemplando
cómo se passa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;

Lee y disfruta de sus poemas...

MIGUEL HERNÁNDEZ

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma, ¿quién,
quién levantó los olivos?
No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor...

Lee y disfruta de sus poemas...

RAMÓN DE CAMPOAMOR

En este mundo traidor
Nada es verdad ni mentira:
Todo es según el color
Del cristal con que se mira. 

Lee y disfruta de sus poemas...

ALFONSINA STORNI

Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.

Lee y disfruta de sus poemas...

NICOMEDES SANTA CRUZ

Cómo has cambiado, pelona,
cisco de carbonería.
Te has vuelto una negra mona
con tanta huachafería.
Te cambiaste las chancletas
por zapatos taco aguja,...

Lee y disfruta de sus poemas...

JORGE LUIS BORGES

En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba en su severo
ámbito en que se odian dos colores.

Lee y disfruta de sus poemas...

LEANDRO FERNÁNDEZ DE MORATÍN

¿Qué acecho de dolor el alma vino
a herir? ¿Qué funeral adorno es éste?
¿Qué hay en el orbe que a tus luces cueste
el llanto que las turba cristalino?

Lee y disfruta de sus poemas...

DE SUEÑOS, BUEN CLIENTE [Mi poema]
Ángel Augier [Mi poeta sugerido]

Inicio » Surrealista » DE SUEÑOS, BUEN CLIENTE (Mi poema) Ángel Augier (Mi poeta sugerido)

¡Gracias por leer esta publicación, ¿deseas comentar?  haz click en el botón de la izquierda!

MI POEMA… de medio pelo

 

Los sueños que se fueron ya nunca volverán,
y nunca te hablarán, dirán por qué se fueron,
quizás es que no huyeron que están en el desván
con tantos cachivaches que ya no servirán,
mas sepas no murieron.

Los sueños difuminan al tiempo al que deshacen,
se van quedando solos compuestos y sin novia,
no tienen quien les ladre, ni nadie hay les abracen
y oscuro entre sollozos radiando preces pacen
culpando a alguna fobia.

Los sueños son eternos así que no se vean
se mueven sigilosos, están en la pavesa,
del sol en su reflejo, del beso cuando besa,
en una calentura, así que no me crean,
del aire en su calesa.

Los sueños tienen alma de vate o de poeta
y así vayan envueltos en un papel de estraza,
se encuentran asustando besando a alguna teta,
o algunos despechados buscando a la peseta,
del ego en una taza.

Recuerdo que hace un tiempo también yo tuve un sueño,
y así que esté lejano me acuerdo vagamente,
me acuerdo fue agradable pues que era muy risueño
que entonces yo aún soñaba y es que era muy pequeño,
y yo era muy inocente.
©donaciano bueno

#Dime, qué sería de la vida sin los sueños? Clic para tuitear

MI POETA SUGERIDO: Ángel Augier

A la luz de tu sombra conmovida…

A la luz de tu sombra conmovida
deja de escuchar a tantas voces tuyas,
me quedaré desnudo de silencio
cuando me des tu intimidad desnuda.

Los recuerdos que corren por tu sangre
Te han dejado fragante de ternura,
Fuerte eternidad estremecida
Y el color secular que te circunda.

La nostalgia se sube a tus arcadas
Para soñar el sol su ansia madura;
Mientras las ramas verdes te acarician
En el temblor henchido por la lluvia.

Para las sombras de tus corredores
Son mis palabras como sombras mudas
Que quieren saturarse de tus ecos
Y saturan tu paz de albas futuras.

Soneto al patio del Palacio Municipal de La Habana, 1937

Ansiedad

Esta flor mía, viva luz sin reflejo,
ahogada en ella misma,
bebiéndose a mi sombra su más íntima savia,
su perfume más puro,
sintiendo en cada pétalo, la clausura del aire
y el secuestro del agua, de la nube, del árbol…

Esta flor mía, encendida, consumiéndose sola,
muerta en su propia música,
apretada en su tallo, quebrado ya de angustia;
quemándose a sí misma,
en tanto que la tierra desnuda su ternura
y es más ancha la vida,
y el canto,
y la mañana…

Cuba

Cuba, flotante línea suspendida
en la punta del agua sin sosiego;
llama en el centro de su propio fuego,
roja al viento la túnica encendida.

Cuba, de amor extiendes tu medida
y la sombra sepulta su astro ciego:
tu sangre, ardiente luz, es dulce riego
para alzar el tamaño de la vida.

Marítima y frutal, solar y sola,
las olas que establecen tu corola
forman, Cuba, coraza a tu alegría.

Y en tu carrera de canción y espuma
deslumbra a la mirada entre la bruma
el fulgor con que en ti florece el día.

El mar

Se ha caído al suelo el Mar. Difícil
recogerlo, alzarlo, ayudarle.
La masa espesa se mece y se deshace en espuma,
en olas; se contrae y distiende, se agita y calma,
se enfurece y desborda como en inútil esfuerzo por levantarse.
La espesa masa no descansa: moja, hunde, ahoga;
su corrosivo hálito de salitre, esa onda salada y húmeda,
está ahí siempre incansable, y el espumoso oleaje de gelatina,
azogue, agua. Se ha caído al suelo el Mar.
Y es difícil asirlo, levantarlo.
Quizás sea preferible dejarlo donde está,
hasta que pueda alzarse por sí solo.
O hasta cuando lentamente se deseque por cansancio.
O por aburrimiento.

Isla en el tacto

I
Cosida al mar y al viento por puntuadas olas
a puro sol prendida,
tu perfil, isla mía, tu contorno en el agua
con tu constante litoral dibujas
revuelto hacia la luz y hacia la espuma,
hacia el húmedo mundo clamoroso
donde pierden la tierra y el árbol sus fronteras,
donde encuentra el azul su razón en los mapas
y se disuelve en sal la geografía.

II
Soledad por tu sol y por tu ola:
isla sola: sol y ola
confundidos ciñendo, acariciándote
la piel mulata de la costa,
la femenina piel, fragante de tabaco,
y la piel de la playa,
cálida y temblorosa con su arena de azúcar.

III
En ti misma comienza y se reanuda
la línea en movimiento de tus bordes inmóviles,
ese voluptuoso
límite que recorre tu dimensión exacta
y aprieta con su júbilo
tu verde desnudez estremecida.
En ti nace y renace,
ondulante rodeando tu náutica estructura,
esa inundada sombra flotadora,
esa flotante sombra sumergida
que marca tu presencia
en el sitio preciso donde el agua
seca las vestiduras de su viaje marítimo
y se detiene el aire para lavar su túnica.

IV
Isla mía, resonante,
naviera y vegetal a la deriva.
Cañaveral velamen
extendido de líquida, musical transparencia.
Sonora y descubierta caracola
de sol y mar y viento traspasada.
Palmar de verdes puntas de sonidos
del aire dueño y de la enredadera.
Amo y recorro al tacto
tu ámbito circundado de acústica intemperie,
tu ámbito en que despliega
la luz de su canción el oleaje.
Ola en la luz, luz rota en la ola:
Ola, ala de sal que interminable vuela en tu cielo terrestre;
luz, ala de sol que cubre tu dimensión celeste.
Ola y luz en una única canción
que sin cesar afila su fragancia
en los clamores de los arrecifes.

V
Desde todos sus pétalos la rosa de los vientos
desde todas sus hojas
olas de verdeazul lanza cada segundo
sobre tu acantilado relieve de desnuda
y abierta geometría.
Desde qué edad remota, desde qué día sin año,
isla mía sonora,
ya en su oficio sin pausa lanza la rosa insomne
olas prefabricadas, en serie, arquitectónicas,
con sus crestas perfectas, con su lote de espumas,
con su rumor secreto de amante silencioso,
con su clamor de enfurecido amante,
con su caricia apenas insinuada,
con su látigo sordo, su lenta cuchillada, su constante golpear,
ese ceñir sin tregua con sus líquidas manos,
con sus dedos de espumas
la extensión que se alarga, se cierra, se despliega,
la extensión que está anclada
en su firme frontera submarina,
esa incansable, ciega, salvaje, tierna, dominante costumbre
de no cesar de no cesar de no cesar
en el ardiente ceñir de tu collar de olas.

No te voy a decir…

No te voy a decir
que quiero ser la arena
que tus pies desnudos acaricie,
ni los rayos del sol que bajen jubilosos
a dorar más aún
la fina miel que forma tu epidermis,
ni el agua que la abrace con su espuma
ni el viento que la bese
y agite sus cabellos.

Sólo quiero pedirte que no dejes
que el beso y la caricia
de la arena y las olas,
de la luz y del aire,
destruyan la huellas de los míos
ni mi recuerdo que te sigue
como muda presencia inevitable.

Nocturno diferente

Hay una noche limpia: la del mar y la luna.
Había un pueblo de luces en el agua tranquila
con calles solitarias por donde, sin quererlo,
dejábamos vagar nuestra inquieta ternura.

Era una noche limpia, brillando entre las sombras.
Nos quedamos teñidos de luna y de horizonte
al ritmo de la voz anciana del botero.

Piscis

De las aguas, los peces.
El abismo
es ahora dos veces
uno mismo.

Soneto

Sigo, Amor, con mi júbilo sin bridas
por senderos de mieles tu carrera,
viajando con tu llama y tus heridas
desde el justo contorno de tu esfera.

El pulso tengo de innombrables vidas
en tu perfil sesgado a tu manera
como tu fortaleza tiene asidas
las campanas al sol de mi bandera.

Por una eterna acariciada
llega desnuda y limpia tu figura
al filo de mi luz enamorada,

y en la ventana azul de mi ventura
tu beso, Amor, tu voz y tu mirada
velando mi desvelo de ternura.

Un rostro y la distancia

a Raúl Luis, protagonista

Ella posaba para Boticelli
cuando la viste por primera vez. Los cabellos rectos
le llovían sobre el rostro, como ahora,
ocultando su inquieta mirada y esa expresión
de animalito asustado ante la vida.
Mientras inquirías del maestro
sobre la identidad de su modelo, ella desapareció,
sin que lograras saber dónde encontrarla.
Inútilmente recorriste las calles de Florencia,
pero te marchaste con su rostro grabado en la memoria
y con el lienzo que lo copió para la eternidad.
Vagaste años y años por el mundo sin límites
de tiempo ni de espacio, y en tu camino
siempre su imagen emergía entre brumas de sueño.
Y una tarde volviste a encontrarla inesperadamente
asomada al balcón de una casa en Madrid.
La misma boca interrogante,
la misma ansiedad honda en la mirada,
insinuándose bajo el pelo caído sobre el rostro.
Nada pudo detener tu violenta carrera hacia ella.
Buscaste en todas partes desesperado,
pero ella ya no estaba. Debiste conformarte
con arrancar del muro la tela de su imagen
recreada por la magia del Greco.
Más de un siglo después volviste a sorprenderla,
esta vez en París, pero también lejana,
inmóvil en el mundo atormentado de Modigliani,
aún fresca, la pintura que reflejaba el óvalo fino,
la llama interior, la talla esbelta en ángulos.
Solicitaste al maestro, pero ya su mirada
era la ausente de los que van hacia la muerte
y no supiste tampoco dónde hallarla.
Hoy, cuando de ella te separan muchos años
y mares y tierras de distancia,
en Varsovia la encuentras al fin de carne y hueso,
de encanto misterioso, de secreto fulgor,
de realidad y sueño. Y le has reconocido
el rostro huidizo de siglos que se ocultan
tras el velo adorable del cabello,
el mismo rostro perseguido y perdido y ansiado,
pero al llegar hasta ella, eres ajeno y lejano
porque nunca pudiste existir en su mirada,
porque jamás pudiste asomarte a sus ojos
ni hablarle a su corazón.
En tanto el tuyo queda rondando en torno al Vístula,
que discurre tan indiferente como ella,
mientras la distancia -de tierras, mares, años-
vuelve a trazar entre ustedes
una línea imposible para siempre.

Si te gusta #Ángel_Augier... Clic para tuitear

Autor en esta página

Si te gusta mi poema o los del poeta sugerido, compártelo. Gracias
Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

Artículos: 2940
Subscríbete!
Notificar a
guest

0 ¡Ardo en ascuas por conocer tu opinión! ¡Anímate a comentar!
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
Echa un vistazo a la siguiente publicación
La soledad me asiste en mi faena de…
0
Me encantaría tu opinión, por favor comenta.x

Descubre más desde DonacianoBueno

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo