JOSÉ ÁNGEL BUESA

Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.

Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.

Lee y disfruta de sus poemas...

BLAS DE OTERO

Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos su versos.

Lee y disfruta de sus poemas...

RAFAEL ALBERTI

Se equivocó la paloma,
se equivocaba.
Por ir al norte fue al sur,
creyó que el trigo era el agua.
Creyó que el mar era el cielo...

Lee y disfruta de sus poemas...

ANTONIO MACHADO

Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero...

Lee y disfruta de sus poemas...

FÉLIX MARÍA DE SAMANIEGO

Apacentando un Joven su ganado,
gritó desde la cima de un collado:
¡Favor!, que viene el lobo, labradores.
Éstos, abandonando sus labores,
acuden prontamente,
y hallan que es una chanza solamente.

Lee y disfruta de sus poemas... v

FEDERICO GARCÍA LORCA

Granada, calle de Elvira,
donde viven las manolas,
las que se van a la Alhambra,
las tres y las cuatro solas.

Lee y disfruta de sus poemas...

GABRIEL CELAYA

A veces me figuro que estoy enamorado,
y es dulce, y es extraño,
aunque, visto por fuera, es estúpido, absurdo.
Las canciones de moda me parecen bonitas,
y me siento tan solo
que por las noches bebo más que de costumbre.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIGUEL ÁNGEL ASTURIAS

Recuerdo que en los días rosados de mi infancia,
la abuela…(¿de quién son los abuelos?, ¿de los niños?),
solía por las noches, cuando la tibia instancia
parecía una caja de dulces de la luna,
contar historias viejas. Hoy ya no sé ninguna.

Lee y disfruta de sus poemas...

LUIS DE GÓNGORA

Mientras por competir con tu cabello
Oro bruñido al sol relumbra en vano,
Mientras con menosprecio en medio el llano
Mira tu blanca frente al lilio bello;

Lee y disfruta de sus poemas...

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

Este amor que ha venido de repente
y sabe la razón de la hermosura.
Este amor, amorosa vestidura,
ceñida al corazón exactamente.

Lee y disfruta de sus poemas...

TIRSO DE MOLINA

Que el clavel y la rosa,
¿cuál era más hermosa?
El clavel, lindo en color,
y la rosa todo amor;

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

MARQUÉS DE SANTILLANA

Recuérdate de mi vida,
pues que viste
mi partir e despedida
ser tan triste.
la respuesta non devida
que me diste;

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

NICOLÁS FERNÁNDEZ DE MORATÍN

Amor, tú que me diste los osados
intentos y la mano dirigiste
y en el cándido seno la pusiste
de Dorisa, en parajes no tocados;

Lee y disfruta de sus poemas...

LUIS ROSALES

Abril, porque siento, creo,
pon calma en los ojos míos,
¿los montes, mares y ríos,
qué son sino devaneo?

Lee y disfruta de sus poemas...

ROSALÍA DE CASTRO

¡Con qué pura y serena transparencia
brilla esta noche la luna!
A imagen de la cándida inocencia,
no tiene mancha ninguna.

Lee y disfruta de sus poemas...

JOSÉ ZORRILLA

¡Ay del triste que consume
su existencia en esperar!
¡Ay del triste que presume
que el duelo con que él se abrume
al ausente ha de pesar!

Lee y disfruta de sus poemas...

JUANA DE IBARBOUROU

A ártico cielo y soles de Brasiles
bajo palio de heridos corazones,
a ociosa espuma y a fluviales sones
anda el Sagrado Corazón en lides.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

VICENTE ALEIXANDRE

¿Qué firme arquitectura se levanta
del paisaje, si urgente de belleza,
ordenada, y penetra en la certeza
del aire, sin furor y la suplanta?

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JAIME GIL DE BIEDMA

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

LEÓN FELIPE

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.
Y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura,...

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JULIA DE BURGOS

Yo vengo de la tierna mitad de tu destino;
del sendero amputado al rumbo de tu estrella;
el último destello del resplandor andino,
que se extravió en la sombra, perdido de tu huella.

Lee y disfruta de sus poemas...

CONCEPCIÓN ARENAL

Había en un lugarón
Dos hombres de mucha edad,
Uno de gran sobriedad
Y el otro gran comilón.
La mejor salud del mundo
Gozaba siempre el primero....

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JAIME SABINES

A caballo, Tarumba,
hay que montar a caballo
para recorrer este país,
para conocer a tu mujer,
para desear a la que deseas,
para abrir el hoyo de tu muerte,

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

MARIO BENEDETTI

No lo creo todavía
estás llegando a mi lado
y la noche es un puñado
de estrellas y de alegría
palpo gusto escucho y veo
tu rostro tu paso largo

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

NICOLÁS GUILLÉN

¿Cuándo fue?
No lo sé.
Agua del recuerdo
voy a navegar.
Pasó una mulata de oro,
y yo la miré al pasar:,....

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

OCTAVIO PAZ

El mar, el mar y tú, plural espejo, 
el mar de torso perezoso y lento 
nadando por el mar, del mar sediento: 
el mar que muere y nace en un reflejo. 

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

MANUEL ALCÁNTARA

El mar, el mar y tú, plural espejo, 
el mar de torso perezoso y lento 
nadando por el mar, del mar sediento: 
el mar que muere y nace en un reflejo. 

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JOSÉ BERGAMIN

AGUA sólo es el mar; agua es el río,
Agua el torrente, y agua el arroyuelo.
Pero la voz que en ellos habla y canta
No es del agua, es del viento.

Lee y disfruta de sus poemas...

MANUEL GUTIERREZ NÁJERA

Los pájaros que en sus nidos
mueren, ¿a dónde van?
¿Y en que lugar escondidos
están, muertos o dormidos,
los besos que no se dan?

Lee y disfruta de sus poemas...

DÁMASO ALONSO

Tú le diste esa ardiente simetría
de los labios, con brasa de tu hondura,
y en dos enormes cauces de negrura,
simas de infinitud, luz de tu día;

Lee y disfruta de sus poemas...

GABRIEL Y GALÁN

Cuando pasa el Nazareno
de la túnica morada,
con la frente ensangrentada,
la mirada del Dios bueno
y la soga al cuello echada,

Lee y disfruta de sus poemas...

LOPE DE VEGA

Un soneto me manda hacer Violante
que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
catorce versos dicen que es soneto;
burla burlando van los tres delante.

Lee y disfruta de sus poemas...

AMADO NERVO

¿Quién es esa sirena de la voz tan doliente,
de las carnes tan blancas, de la trenza tan bruna?
-Es un rayo de luna que se baña en la fuente,
es un rayo de luna...

Lee y disfruta de sus poemas...

GLORIA FUENTES

El burro nunca dejará de ser burro.
Porque el burro nunca va a la escuela.
El burro nunca llegará a ser caballo.
El burro nunca ganará carreras.

Lee y disfruta de sus poemas...

JORGE LUIS BORGES

En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba en su severo
ámbito en que se odian dos colores.

Lee y disfruta de sus poemas...

LEANDRO FERNÁNDEZ DE MORATÍN

¿Qué acecho de dolor el alma vino
a herir? ¿Qué funeral adorno es éste?
¿Qué hay en el orbe que a tus luces cueste
el llanto que las turba cristalino?

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

LUIS CERNUDA

Ventana huérfana con cabellos habituales,
Gritos del viento,
Atroz paisaje entre cristal de roca,
Prostituyendo los espejos vivos,
Flores clamando a gritos
Su inocencia anterior a obesidades.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

FRAY LUIS DE LEÓN

Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado.
Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

RUBÉN DARÍO

Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...

Lee y disfruta de sus poemas...

MIGUEL HERNÁNDEZ

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma, ¿quién,
quién levantó los olivos?
No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor...

Lee y disfruta de sus poemas...

ALFONSINA STORNI

Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.

Lee y disfruta de sus poemas...

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

Esparce octubre, al blando movimiento
el sur, las hojas áureas y las rojas,
en la caída clara de sus hojas,
e lleva al infinito el pensamiento.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

SANTA TERESA DE ÁVILA

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;

Lee y disfruta de sus poemas...

SAN JUAN DE LA CRUZ

En una noche oscura
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS

MANUEL MACHADO

Yo, poeta decadente,
español del siglo veinte,
que los toros he elogiado,
y cantado
las golfas y el aguardiente...,
y la noche de Madrid,...

Lee y disfruta de sus poemas...

PEDRO SALINAS

A esa, a la que yo quiero,
no es a la que se da rindiéndose,
a la que se entrega cayendo,
de fatiga, de peso muerto,
como el agua por ley de lluvia.

Lee y disfruta de sus poemas...

JORGE MANRIQUE

Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte,
contemplando
cómo se passa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;

Lee y disfruta de sus poemas...

RAMÓN DE CAMPOAMOR

En este mundo traidor
Nada es verdad ni mentira:
Todo es según el color
Del cristal con que se mira. 

Lee y disfruta de sus poemas...

SALVADOR DÍAZ MIRÓN

En buen esquife tu afán madruga,
el firmamento luce arrebol;
grata la linfa no tiene arruga;
la blanca vela roba en su fuga
visos dorados al nuevo sol.

Lee y disfruta de sus poemas...

NICOMEDES SANTA CRUZ

Cómo has cambiado, pelona,
cisco de carbonería.
Te has vuelto una negra mona
con tanta huachafería.
Te cambiaste las chancletas
por zapatos taco aguja,...

Lee y disfruta de sus poemas...

FRANCISCO DE QUEVEDO

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;

Lee y disfruta de sus poemas...

FRANCISCO ALDANA

Clara fuente de luz, nuevo y hermoso,
rico de luminarias, patrio Cielo,
casa de la verdad sin sombra o velo,
de inteligencias ledo, almo reposo:
¡oh cómo allá te estás, cuerpo glorioso,

Lee y disfruta de sus poemas...

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

Volverán las oscuras golondrinas
De tu balcón sus nidos a colgar
Y otra vez con el ala a sus cristales
Jugando llamarán.

Lee y disfruta de sus poemas...

GUTIERRE DE CETINA

Excelso monte do el romano estrago
eterna mostrará vuestra memoria;
soberbios edificios do la gloria
aún resplandece de la gran Cartago;...

Lee y disfruta de sus poemas...

LUIS DE GÓNGORA

Mientras por competir con tu cabello
Oro bruñido al sol relumbra en vano,
Mientras con menosprecio en medio el llano
Mira tu blanca frente al lilio bello;

Lee y disfruta de sus poemas...

GARCILASO DE LA VEGA

Cuando me paro a contemplar mi estado

y a ver los pasos por do m’han traído,
hallo, según por do anduve perdido,
que a mayor mal pudiera haber llegado;

Lee y disfruta de sus poemas...

TRISTE ESPIGA [Mi poema]
Carlos Humberto Santos [Mi poeta sugerido]

Inicio » Triste » TRISTE ESPIGA (Mi poema) Carlos Humberto Santos (Mi poeta sugerido)

¡Gracias por leer esta publicación, ¿deseas comentar?  haz click en el botón de la izquierda!

MI POEMA… de medio pelo

 

La espiga en que su grano no ha preñado
por siempre será moza, triste espiga,
tampoco se hará pan y menos miga
pues sola y solterona se ha quedado.

No habrá nadie la quiera o que la escriba,
pues esa es la desgracia Dios le ha dado,
posible no esté libre de pecado,
inútil de cernirla en una criba.

Quizás es que el varón no la vio bella,
quizás la edad legal no la tenía,
quizás es que ese amor no prometía,
quizás se enamoró de alguna estrella.

La espiga sin preñar no se resiste
ni sirve como a un roto un descosido,
mejor pudiera ser no haber nacido
pues juega si le llamas al despiste.

Sin vástagos su vida acabará
sin nadie en el futuro la recuerde,
y nunca ha de llegar siquiera a verde,
ventaja: el segador no segará.
©donaciano bueno

Al fin y a la postre, menuda de la que se libra? Clic para tuitear

MI POETA SUGERIDO: Carlos Humberto Santos

Decadencia

Si las flores más hermosas pueden pervertirse hasta oler a muerte
y si el más majestuoso de los pájaros puede trinar agujas venenosas,
entonces nada puede esperarse de un saco de huesos y carne que soy yo.
Al menos, las flores devoraron el sol que yo nunca quise mirar
y los pájaros cantaron libres por los campos que yo nunca visité.

Nunca estuve vivo,
siempre estuve muerto;
muerto de miedo,
muerto de amor;
muerto en vida de muertos.

Yo me he dado cuenta tarde,
¡Pero ustedes!
¿No ven acaso que este mundo se hunde bajo un mar de lágrimas?

Tarde es para mí,
pero más tarde es para ustedes.

Oda al perro callejero

Yo celebro al compañero
de cuatro patas y una cola
que a la luz de una farola
acompaña al limosnero
con cariño muy sincero
le agradece sus cuidados
el refugio regalado
en las calles solitarias
es la casa de los parias
hogar de los olvidados

Sus dos ojos vigilantes
han descifrado al humano:
Indiferencia, desgano,
fraternidad confortante,
pieles finas y diamantes
junto a harapos y monedas
transitan esa vereda
donde un tierno cachorrito
goza echado los rayitos
que el señor Sol le conceda

Y esas pocas almas puras
que a los perros dan cobijo
deben sentir regocijo
de saber que esa criatura
que escarbaba en la basura
hoy disfruta su alimento
no hay más noble sentimiento
ni cariño mas leal
que el que brinda un animal
para olvidar tu tormento.

Adiós golondrina

¡Oh golondrina azulada,
que volaste hace unos meses!

Primero hacia el poniente,
luego hacia el norte.
Cruz de viento,
en el cielo americano.

Yo te vi despegar,
pero nunca aterrizar.

¿Te recibieron con aplausos los cuervos verborrágicos?
¿Ya armaste tu nido con las ramas de los árboles caídos?

Tú ya has abrazado a todos los continentes,
pero tu motor, corazón de aeroplano,
jamás se detiene.

Tú no naciste terrestre.
Tú floreces en los descensos
y te iluminas en los despegues,
pero lloras sobre el regazo de tu madrastra cordillera.

Mi último canto es de despedida.
Con las velas derretidas de tu altar,
me fabriqué mis propias alas.

Hoy dejo para siempre esta tierra endurecida.
Quizás, cuando el invierno implacable te obligue a buscar veranos,
revolotearás nuevamente entre estas nubes de diamante.
Y quizás entonces sientas el perfume dulce de mis besos,
impregnados en el nido cálido,
que abandono junto al río.

Y si se cumple mi presagio,
Trágate la brisa y canta.

Canta,
canta,
canta.

Porque la vida es una canción desesperada
y la muerte,
su último acorde.

El verdadero poema no es un poema

El verdadero poema
no le pertenece al poeta. No.
El verdadero poema
nace de algo que no es;
de algo que nunca será,
pero que fluye como el agua:
todo lo embellece,
a nada se le opone;
de algo que nunca ha sido,
pero que inspira a la flor:
crece en medio de la tierra
arrasada por el hombre.
El verdadero poema
no será jamás leído,
porque aquello que puede
ser escrito y nombrado,
no puede ser verdadero;
como la imagen en el espejo
no puede ser el hombre.
El verdadero poema
es como una estrella errante:
polvo que no se deja atrapar,
pero tampoco rechazar.
El verdadero poema
no conoce la palabra poema;
es esa sabia ignorancia
la que lo hace verdadero.

Adiós niña sonanta

Niña sonanta, no me abandones
¡No en esta noche tan silenciosa!
Motivos tienes para estar furiosa,
por no saber cantar tus ilusiones.

Mas no te vayas sin oír razones,
que sin ti, yo tengo un pie en la fosa;
vuelve a mis brazos niña caprichosa,
colma mis dedos de tus vibraciones.

¿Acaso hay alguien que te toca mejor?
Si esa es tu razón, debes saber
que jamás te tocarán con tanto amor.

No te dejes seducir por el placer
de sentarte en las piernas del gran cantor;
en su genio, sólo vas a padecer.

Milonga de la vieja solitaria

A Irma Olimpia

Sin cruzar jamás la puerta,
se conoce más el mundo;
sin mirar por la ventana,
se ve el cielo más profundo.

Cuando más lejos se va,
menos es lo que se aprende;
sin un paso igual se llega,
sin buscar todo aparece.

Entender y no saberlo,
como el niño, es perfección;
no ser sabio y creer serlo,
es del mundo perdición.

De los años que he vivido,
una cosa tengo clara:
que los que hablan nunca saben
y los que saben nunca hablan.

Triunfa el sabio sin reñir
e ilumina sin brillar;
habla todo sin decir
y te enseña sin juzgar.

Mucha gente está segura,
de saber lo que es correcto;
pero olvidan que lo malo,
de lo bueno es un espejo.

Haber visto la maldad,
de sus garras me ha librado;
hoy la vida yo la acepto
con lo bueno y con lo malo.

Milonga en el 104

Una mañana luminosa,
en el bus hacia el trabajo,
encontró a esa pelirroja
que tanto había admirado.

Le pareció aún más bella
de cómo la recordaba;
cuando era un hombre casado
sin pecado la miraba.

Y ahora, ella estaba ahí,
a dos pasos de distancia;
pero en su corazón huérfano,
alzó el miedo su muralla.

Y pensó por un momento,
como tantos otros días,
resignarse solo a un cruce
en la puerta de salida.

Pero un poeta rodante,
que cantaba por monedas,
le susurró en el oído,
al final de su poema:

“Cuando te haces invisible,
no hay secretos que esconder;
cuando tú no tienes nada,
nada tienes que perder”.

Y poseído, en un papel
escribió su viejo nombre,
nueve cifras y un mensaje:
¿Quieres salir esta noche?

Leve lo soltó en su falda,
la miró por un momento,
y le sonrió, con una mezcla
de dulzura y de tormento.

Y siete noches más tarde,
recibió como respuesta
un enigmático texto:
“loca, pero amé la idea”.

Caminaron y rieron
por las calles de Santiago,
cada cual volvió a su pena,
nunca más se encontraron.

Las siete estaciones del amor

Soledad

Dos seres humanos,
dos almas solitarias,
solitarias como las rocas verdes y amarillas,
solitarias como el mar de tempestades negras y azules,
solitarias como las arenas sangrientas coaguladas,
solitarias como el cielo pálido celestial.
Dos seres humanos,
dos almas solitarias,
unidas por un destino trágico,
decididas a crear una soledad más
grande que sus soledades.
Una soledad de dos.
Una soledad de nadie.

Beso

En la verde oscuridad del mundo,
emerge una pequeña luz,
esperanza amarilla
que atraviesa la ventana velada del alma
Dos rostros fundidos en la sangre,
fundidos sin saber dónde empieza uno
y donde acaba el otro.
Brazos que sostienen,
brazos que envuelven,
brazos que se dejan caer,
brazos que abrazan una nueva forma,
indescifrable, nebulosa.

Separación

Una brisa morada y negra
sopla implacable las arenas doradas
de un mar que se vuelve negro.
Atrás los verdes campos sangrientos,
los frutos negros de los árboles muertos,
un corazón estallado en el pecho,
un alma oscura como la mierda.
Se va, se va, se va la belleza,
se va su alma hacia la mar,
Atrás deja la vida,
Atrás deja la muerte.

Melancolía

Solitarias carnes ocres
cubiertas de tristezas negras.
Allá lejos, lejos de sus ojos vacíos y rectos
los verdes campos,
las doradas arenas,
el cielo púrpura, celeste y amarillo.
Allá el muelle, la barca,
los enamorados, la blanca casa.
Aquí, las piedras verdes ensangrentadas,
los moluscos muertos arrastrados por las olas turbias,
y un enorme mar azul y verde
que atraviesa la cabeza de la muerte.

Cenizas

En las calles sangrientas
de un bosque violeta y escarlata
yacen las flores muertas,
yacen las ropas teñidas de tinieblas,
yacen las cenizas de un alma muerta.
Un viento negro y lejano
sacude los cabellos ardientes de la culpa.
Bajo su vestido blanco y destrozado,
manchado de verdes manos,
emerge la seda roja de la vergüenza;
y bajo ella, sus grandes pechos ocultos,
humedecidos por salivas amarillas.
La tristeza fundida con el árbol,
verde la carne, azul el alma.

Celos

Ocultos tras murallas de bronce,
bajo nubes azules y un cielo de perlas,
se cortejan los amantes.
Ella, roja y desnuda
en sus dorados cabellos,
lo tienta con las voluptuosas
manzanas que cuelgan del árbol del mal,
Él, vestido en traje de sastre
le ofrece las flores que arrancó del jardín.
Escondido entre los árboles negros,
el furioso Dios de la tragedia
les da la espalda
prefiere mirar al infierno de frente
con su rostro azulado,
sus brazos de serpiente
y su espada de fuego.

Desesperación

Un grito infernal hizo estallar el cielo
en fuegos rojos y amarillos.
Todo lo envuelve esa luz sangrienta:
El puente, los bosques,
los mares agitados de cemento,
los barcos azules de la muerte,
los trajes negros de la indiferencia.
La ciudad entera es el grito
que atraviesa las verdes cabezas:
el grito de la violencia,
el grito del olvido
el grito de la vida
el grito de la muerte,
el último grito,
el silencio blanco.
La calma azulada.
Ada azul del alma,
calma, alma, calma…

Todo vuelve a empezar.

Pena negra

Columbia Heights

Negra es la pobreza,
en la ciudad americana.
Tras el humo de los cigarros,
se esconden calaveras negras.
Agujas nadan en el río,
donde se bautizan las negras cabezas.
¡Ay, como duele esta negra miseria!
En mi tierra, el hambre es amarilla
y la locura azulada.

Pero aquí…
aquí señores son negras,
como la noche más profunda.

Y quizás mi alma también se puso negra.
No puede ser de otra manera.
Porque si de otro color fuera,
no sentiría como siento,
esta pena tan negra.

Melancolía dominical

Tú poeta, que cantas desamor
¿Cómo puedes escribir con las venas
rotas? Cuando me torturan las penas,
de las flores no distingo el color
y más profundo se hace mi dolor,
cuando leo tus palabras, tan llenas
de libertad, no obstante tus cadenas.
Yo en cambio, que inundado estoy de amor,
me ahogo en esta página vacía,
que de mi alma nublada es el espejo.
Tal vez, en tu fugaz melancolía
se oculta solo el doliente festejo,
del que ha entendido la cruel ironía:
que el sufrir, de una dicha es el reflejo.

Si te gusta #Carlos_Humberto_Santos... Clic para tuitear

Autor en esta página

Si te gusta mi poema o los del poeta sugerido, compártelo. Gracias
Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

Artículos: 2943
Subscríbete!
Notificar a
guest

0 ¡Ardo en ascuas por conocer tu opinión! ¡Anímate a comentar!
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
Echa un vistazo a la siguiente publicación
Dios que al mundo hiciste mal, lleno de…
0
Me encantaría tu opinión, por favor comenta.x

Descubre más desde DonacianoBueno

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo