Como cuervo: atravesé algo sin límites
el cielo y los augurios, en un ridículo
mecanismo emplumado, menudo, cerrado;
dispuesto a seducir al mundo como víctima
de una belleza negra, de un pasajero temor.
Como lobo: creí poder nacer de mis dientes
y de mi baba, descansar en una garganta abierta,
correr con algunas vísceras, sorprendidas, humeantes
y nunca morder el corazón que ama,
repleto de llanto de opaca enfermedad.
Inserto en cada porción mortal desgrané
uno a uno los días del escuerzo, la liebre y el cerdo.
Pronto mi destino será un residuo de cosa viva
que desde las ávidas sombras del planeta espera
una certeza más del desamparo.
Ahora, como liendre, aspiro a recalentar mi sangre
en otra sangre, a poner fin a mi aventura en el más
dulce de todos los venenos.
Arte poética
Lo invisible es fácil de ver y yo diré la verdad :
en mi juventud, escudriñé el cielo con un ojo fanático
mitad cólera, mitad estupor
esperando que de lo alto se anunciase el día
y me descubriese así la boca abierta al infinito.
En la edad sin razón, siguiendo consejos llegué a probar
con un escorpión sobre la lengua,
qué otra cosa que unas pocas tinieblas a descubrir
se le puede pedir a la delicada virtud de un aguijón.
Con los años y las ruinas de la ilusión intenté
vislumbrar algo, arrancando de mi mente todo convencimiento
de lo real y tan solo agité la cabeza en un largo sí,
en un largo no.
Desahuciado visité la muerte en la fosa de los elefantes
donde oí decir de nada sirve venir a enumerar huesos
perdidos mientras lo singular y desconocido,
como una pulga, salta entre nosotros.
Lo invisble es fácil de ver y yo diré la verdad :
solo es necesario desinfectar el misterio
y larga vida a las promesas,
y larga vida a sus inocentes.
(De Hiel por hiel, 1997)
Gota a gota
Y ahora soy la gota de agua,
por siglos caigo sobre el mármol,
lo que digo ya a sido por otros dicho,
lo repetido tantas veces repetido.
Atravesar el bloque un día es mi destino
y no ser la huella, la incisíon, la marca,
palabras frecuentes entre todos,
sino lo que ha escapado de la piedra :
infinito, desperdigado, impossible.
Como cuervo: atravesé algo sin límites
el cielo y los augurios, en un ridículo
mecanismo emplumado, menudo, cerrado;
dispuesto a seducir al mundo como víctima
de una belleza negra, de un pasajero temor.
Como lobo: creí poder nacer de mis dientes
y de mi baba, descansar en una garganta abierta,
correr con algunas vísceras, sorprendidas, humeantes
y nunca morder el corazón que ama,
repleto de llanto de opaca enfermedad.
Inserto en cada porción mortal desgrané
uno a uno los días del escuerzo, la liebre y el cerdo.
Pronto mi destino será un residuo de cosa viva
que desde las ávidas sombras del planeta espera
una certeza más del desamparo.
Ahora, como liendre, aspiro a recalentar mi sangre
en otra sangre, a poner fin a mi aventura en el más
dulce de todos los venenos.
Seco ramillete de lilas
Ninguna fresca voluntad reparó su dilatada plenitud
mientras desprendía en su perfume la perfecta convicción
de un sentimiento para todos ;
el apacible desafío de un violeta enfermizo.
Hasta tropezar con su formato seco,
las filosas migajas de una sombra paralela.
los tallos gomosos, el sufrimiento ocre
y toda esa apariencía deshilachada
que tanto se parece a nuestra dignidad y a nuestra fortuna.
Ahora, la pérdida excita la imaginación a destilar
un aéreo y sin culpa estuche de lilas,
un cambio estratégico de la ilusión,
servirse de los inevitables dientes podridos
de un justo porvenir
para merecer el derroche de cualquier esplendor.