«Páginas con otros Poetas de prestigio a criterio de este editor»
Hoy clamo al cielo para pedir la paz,
que las luchas evite irracionales,
que a los hombres convierte en animales
y demuestre que evitarlas es capaz.
Que existe Dios, yo sé que es un invento,
lo sé pues me lo dijo un pajarito
un día repicando a voz en grito:
no creas lo que dicen que es un cuento
así que te lo diga el dios bendito.
Yo soñaba que tenía
en mis ojos una llama
y entre tanto de la cama
en el suelo me caía.
Periodistas no son, correveidiles,
que en artes de encubrir son marrulleros,
chupatintas libando en los tinteros
arrimando el aceite a sus candiles.
La vida te da palos, si resistes
habrás de comprobar que nada es serio,
la vida tiene un halo de misterio
que empieza cuando naces y ya existes
y acaba en su lugar, el cementerio.
Que la vida es un cuento nadie lo duda,
que los que la bendicen solo son cuentos,
pa’ tapar las heridas usan ungüentos
y cuando no hay repuestos piden tu ayuda..
Para hacer más liviana la batalla
preparando con tiempo la partida,
ese muro cercano, esa muralla
que separa la muerte de la vida.
El que sabe que tiene la fe,
y el que sabe que existe un conjuro,
el que sabe que está muy seguro
y el que dice que todo lo ve
así que haya un muro.
Mi vida es de rutina ya indolora,
contando voy cada hora, a cada instante,
la frente deslizada hacia adelante,
pasando así los días sin demora.
Hoy he oído tañir a una guitarra
oculta en un susurro,
y he sentido rebuznar a un burro
y a un valiente blandir la cimitarra
y una jota a un baturro.
Mis versos son obtusos y algunos paticortos,
los hay que son abortos y otros que son ilusos,
indignos de reclusos, que se han quedado absortos
ciegos a mis exhortos, hartos de malos usos..
Podrá faltarme el aire que respiro,
podrán la luna, el sol, el mar y el viento,
la sombra que acompaña al sentimiento
y el aura que le adorna a mi suspiro
e incluso hasta el aliento.
Caminante soy que voy imaginando
a los molinos de viento destruyendo,
voy andando y mientras lo hago voy pensando
y a cada paso que doy envejeciendo.
Aunque pudiera hacerlo, no me quejo,
ni aquí pretendo hacer ningún reproche
mas quisiera saber por qué es de noche
cuando de ti reclamo algún consejo
y me encuentro tan sólo y ya tan viejo.
Alguien sabe si duerme por la noche,
si el mar al despertar está cansado,
si puede recordar lo que ha soñado,
de tanto navegar a troche y moche
se encuentra adormilado.
Juego,
con las palabras yo juego,
y a ellas les rindo tributo
lo mismo que con el fuego
juego,
si no me quemo, disfruto.
En un banco, sentado, de madera,
de un paseo que llaman Les Palmeres
yo desgrano mis lemas y saberes,
y dudas que atiborran mi mollera.
Yo un día lo elegí y hoy lo lamento,
nunca podré decir no me avisaran,
sé, no quise escuchar, cuánto lo siento,
obviar acompañarme en sentimiento,
tamaña decisión, que hoy se apiadaran.
