Voy achatando el tiempo a martillazos sintiendo que se va, que no me espera, que sigo estando expuesto a sus balazos y a que una de esas balas sea certera haciéndome pedazos.
Mancillasteis nuestra honra, nos dejasteis sin barcos. Fue en una tarde impía preñada de emociones, chupeteando la sangre y el alma a borbotones, piratas, como herencia dejándonos los charcos.
Daría mi alma al diablo si el diablo lo admitiera partiendo del supuesto que el alma sirve de algo, si poco es lo que queda, coger lo que quisiera o con piedad pidiera decirme nada valgo.
Que amar no es fácil. Amar, ¿a quién, a dios? quizás sea mejor amar al diablo que encuentre en la pared o en un retablo, o paso de puntillas por los dos a expensas de sufrir un descalabro.
Increíble. Se ignora. Se sospecha. Hay quien dice que aquello no es normal. Nadie sabe el por qué, cómo ni el cual puso el fuego con que encendió la mecha,...
En la tercera parte de la vida hizo hoy un receso, presto a pensar, extenuado de tanto caminar, que ha abierto en sus talones una herida, sentado en la vereda junto al mar.
Permíteme, lector, te diga amigo, así nadie nos haya presentado y sea por azar que aquí has llegado. Que sepas que por eso te bendigo. espero sean mis versos de tu agrado.
Un día de marzo muchos ciudadanos de su lar salieron apoyando el pié izquierdo. Un día de marzo en la estación de Atocha volaban los cuervos. Un día de marzo,¡qué pena, qué lástima, qué triste recuerdo!
Por qué si al cielo ha puesto dios tan alto obvió el de ponerle a una escalera, que pudiera acceder el que quisiera. Yo que a veces lo intento y pego un salto no acierto comprender si es que Él
Ignoro si soy bueno o si soy malo ni sé, ni me preocupa ni me importa. Yo escribo porque a mí me reconforta y a aquel que aquí me lee doy la mano al ver que me soporta.
El que escribe, Donaciano,
como el labriego en Castilla
va esparciendo la semilla
a voleo con la mano.
Lo mismo que hace el cristiano
que a Dios no ha visto y le reza
y espera de su grandeza
que llegado el mes de abril
le riegue con aguas mil
la madre naturaleza.