MI POEMA…de medio pelo
Nosotros tan pequeños sin nada y tan felices.
A la escuela acudiendo henchidos de ilusión,
con ansia de saber ¡oh, ingenuos aprendices!
al tiempo de emociones llenando el corazón.
Ingenuo nuestro espíritu deseoso de matices
volando por las nubes con la imaginación,
bebiendo de las fuentes que anidan las raíces,
obviando a meretrices y a sabios del montón.
Nosotros, sólo éramos trozos de plastilina
prestos a ser moldeados con arte y con amor
por maestros, los dioses por la gracia divina,
a quien, ciegos, seguíamos con pasión y rigor.
Cantábamos canciones diciendo éramos dueños
de aquel nuestro destino y el de nuestra nación,
ansiando a patria grande, nosotros tan pequeños,
con ímpetu, pastueños, todos al mismo son.
¿Por qué nos enseñaron a amar lo que era España
y hoy quieren como parias sintamos el país,
los sentimientos nobles son sólo una patraña
y a afecto a la bandera ya se ha tornado gris?
¡Quién otorgó el derecho a arrebatar los sueños!
¿por qué esos cantares ahora ya están proscritos
y todos nuestros gritos vehementes y risueños,
ayer ilusionantes, ahora ya son malditos?
¿Por qué juegan al póquer con nuestros sentimientos,
traicionan los principios de nuestra juventud?
Ya el cielo se ha nublado, se anuncian malos vientos,
¡y en medio de lamentos se aproxima un alud!.
©donaciano bueno
«De Isabel y Fernando el espíritu impera
moriremos besando la sagrada bandera
Nuestra España gloriosa
nuevamente ha de ser
la Nación poderosa
que jamás dejó de vencer».
(extracto de una canción de la posguerra)
En este poema, el autor, mediante versos pentadecasílabos, también denominados decapentasílabos, muy poco utilizados en español, no así en la literatura griega medieval y moderna, se lamenta de la falta de respeto que los adultos tienen para la infancia a la que inculcan una serie de principios, muchos patrióticos, envueltos en ideologías a los que después obligan a renunciar. Los niños son como una esponja, lo absorben todo. Adoctrinamiento, esa es la palabra clave, por la que algunos discípulos de Alá se inmolan en nombre de dios o por la que los nacionalistas crecen como hongos y tantos casos más. A nosotros nos enseñaban el amor a la patria, su bandera y sus símbolos y el respeto a nuestros mayores, principios que ahora no se llevan o están caducos.