A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
ES LA HORA DE LA FELICIDAD [Mi poema]
Diego Roel [Poeta sugerido]
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MI POETA... de medio pelo |
Es hora de que sientes la cabeza, Es hora de que pares un momento Es hora de ponerse a trabajar Es hora de pensar en ser feliz |
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Diego Roel
Vía Lucis
El que Es Sin defecto y Grande
me habló a mí, que soy pequeña y triste,
para que pueda formar en mi mente letras desconocidas,
para que de mi boca salga un verbo nuevo,
una expresión más leve, una palabra que atraviese
los mares y las islas,
que resuene en los últimos términos de la tierra.
Sí, yo siempre estuve callada y guarde silencio.
Pero ahora Tu Voz en mi se expande y multiplica
como voces de mujer que está de parto,
como voces de mujer que está muriendo.
Cuando pase a través de las aguas del gran Río.
No me anegaran sus corrientes.
Cuando salte en medio de las llamas
No me quemaré.
El que Es Sin defecto y Grande
Me habló a mí que soy pequeña y triste.
Libro de las causas
Somos una forma que se alza del barro,
Una ligadura del hálito de vida,
El peso corpóreo de la luz.
Somos los habitantes de los valles y montes del cielo,
los emisarios del esplendor, una olla.
puesta a fuego intenso
que bulle y rezuma la espuma.
Somos el ojo del trueno,
el polvo de la tierra que se esparce,
los vientos del último día.
La caída
Escucho los lamentos de las almas que tienen cuerpo.
Desgajada de Dios,
arrojada a mi propia sombra espero
el golpe exacto de la luz.
Aquí yazgo,
desnuda y sola.
Territorio
Este suelo no es de oro:
estamos obligados a escalar el abismo.
Dijiste:
sólo manos verdaderas escriben poemas verdaderos.
El oficio exige absoluta precisión,
manos curtidas por el roce de las cosas,
una mirada que penetre
la niebla del día y de la noche.
Sí, es necesario un cuerpo que se prolongue hasta tocar
aquella línea en perpetuo movimiento
donde los otros cuerpos se deshacen.
El oficio exige absoluta precisión.
Anábasis
A Jotaele Andrade
Soledad, otra vez
estás arriba y abajo, delante de mi cuerpo,
en el centro exacto de mi sangre.
Escucha la música que viene del pasado:
la bala se abrió como una flor en mi cabeza,
la bala hizo tres nidos en mi frente.
Me quebraron los ojos y los huesos.
Ya la órbita del sueño vierte el veneno
en toda palabra, en toda forma.
Ya la reja del lenguaje hunde su cuña,
clausura las vías del aliento.
Soledad, otra vez
estás arriba y abajo.
Escucha la música que viene del pasado.
Recuerda:
la corriente que enlazó a dos almas
vence a la muerte y permanece.
Santuario
Piedra a piedra,
avanzamos.
Con una migaja de luz
hicimos nuestra casa.
La hicimos con sangre y arena, la hicimos con ceniza.
Con los resabios del sueño
forjamos la imagen del destino.
La forjamos con sal y viento, la forjamos con ceniza.
Con lo que dejó la tormenta
cercamos el muro del abismo.
Lo cercamos con polvo de huesos, lo cercamos con ceniza.
Contraseña
A Horacio Castillo (h)
Lleva a tu boca
la flauta doble de la noche
y sopla.
Sopla hasta que aparezca un mundo.
Extranjero, alza la espiga,
pronuncia la antigua contraseña:
shibólet.
Lleva a tu boca
la raíz del árbol que los hombres llaman Nacimiento
y sopla.
Sopla hasta que se acreciente el otro mundo.
Extranjero, alza la espiga.
De este árbol, de este bosque
Madre,
molinos de viento arrastran
el recuerdo de tu nombre.
Yo acudo a las misas del invierno,
busco el desvío donde es posible todavía
armar un cuerpo, un mínimo refugio.
Me llevan las bestias de la luz.
Madre,
ahora escucho el susurro de las alas de los ángeles,
el parto repentino del lenguaje.
Una oreja, cercenada, escucha.
En la balanza de mi ojo peso
la nueva cifra del exilio.
Verde es la casa del olvido
La memoria se enrosca
como una serpiente en mi cabeza.
Apoyo las manos en el suelo,
siento la angustia de mi madre.
Apoyo las manos en el barro,
siento la vara de hierro de mi padre.
En la piedra escribo un nombre de mujer.
Ya suenan los tambores:
la vida enciende el color de la masacre.
Ya rechinan las puertas:
la muerte avanza sobre bosques y praderas.
Verde, verde, verde.
Verde es la casa del olvido.
Algo siempre sobrevive
Yo, aquí, bajo la estrella,
en la mandíbula del tiempo, digo:
no tengo hacia dónde ir.
Sobre mi carne se derrumba el cielo.
Hace tres días que mi cuerpo tiembla.
Hace tres noches que en mi frente silva
el animal de la memoria.
Yo, aquí, bajo la nube,
entre las sombras, digo:
no tengo hacia dónde ir.
«Poema que reflexiona sobre el encuentro divino, la transformación y el poder de la voz poética»
1. Vía Lucis:
– El poema reflexiona sobre la conversación con una entidad divina y el nuevo poder en la voz del hablante.
– El orador utiliza imágenes vívidas para transmitir su transformación y su nueva fuerza.
2. Libro de las causas:
– El poema describe a la humanidad como una forma que surge de la tierra, portadora del aliento de vida y del peso corporal de la luz.
– Evoca poderosas imágenes de ser emisarios del esplendor, el ojo del trueno y los vientos del último día.
3. La caída:
– El hablante expresa un sentimiento de separación de Dios y espera el golpe de luz preciso.
– Retrata un sentimiento de soledad y vulnerabilidad, a la espera del impacto de la revelación divina.
4. Territorio:
– El poema enfatiza la necesidad de precisión y verdadera experiencia al escribir poemas verdaderos.
– Habla de la necesidad de un cuerpo que se extienda hasta tocar la línea donde otros cuerpos se disipan.
5. Anábasis:
– El poema explora la soledad, el dolor y la pérdida, generando imágenes inquietantes de sufrimiento y recuerdos de un pasado violento.
– Reflexiona sobre la conexión duradera entre las almas, que trasciende la muerte.
6. santuario:
– El poema simboliza la construcción de un hogar y un destino utilizando recursos mínimos y restos de sueños.
– Transmite la idea de fortificar muros con el polvo de huesos y cenizas y forjar imágenes con sal y viento.
7. Contraseña:
– Este poema anima a invocar símbolos y sonidos antiguos para crear nuevos mundos y elevar la existencia más allá de lo mundano.
– Insta al uso de elementos místicos como las flautas de la noche y la antigua contraseña ‘shibólet’ para trascender la realidad.
8. De este árbol, de este bosque:
– El poema aborda la búsqueda del hablante de consuelo y nuevos comienzos en medio de la memoria y la pérdida.
– Reflexiona sobre la lucha por la supervivencia y el renacimiento, incluso frente a una desesperación abrumadora.